Maestros del tiempo
Piezas de cerámica inesperadas que reivindican el valor de la artesanía en nuestra sociedad.
Por Isabel Sauras
La nueva edad de oro de la cerámica parece no tener fin. Cada vez son más los y las artistas y artesanos que apuestan por esta disciplina y que encuentran su propio camino estético. Un ejemplo de esta nueva corriente es el trabajo de Elena Ágata, que, desde su taller en Madrid, crea piezas llenas de color, con formas inesperadas y en las que conjuga a la perfección el toque artesanal con la contemporaneidad. Un objeto de deseo de alma surrealista.
En un mundo en el que la producción globalizada y los materiales sintéticos lo inundan todo, Elena Ágata es mucho más que un taller de cerámica que imparte cursos y vende sus creaciones online. Es un proyecto que trata de promover la artesanía y que aspira a que se valore mucho más en nuestra sociedad, una tarea que comparte con los Maestros del Tiempo, artesanos protagonistas de la última campaña de Alhambra Reserva 1925 que convierten el hacer sin prisa en su seña de identidad.
Puede que sea un grano de arena en un desierto, pero, gracias a las redes sociales, Elena está consiguiendo que su arte llegue muy lejos y, cada vez que publica en sus Stories de Instagram cómo es el proceso de elaboración de alguna de sus exclusivas piezas, enseña al mundo cuál es su verdadero valor y explica por qué una pieza de alta artesanía no puede compararse con algo que se produce en serie.
Resulta fascinante cómo de una pequeña pieza de barro puede partir un jarrón, un macetero, una tetera, un plato o una lámpara que encierra tanto arte. Y es que, además de mucha técnica, en las piezas que salen del taller de Elena Ágata hay mucha creatividad.
Diseños originales, repletos de detalles únicos y con mucha personalidad que hacen que sus creaciones sean completamente diferentes y que no dejen de sorprendernos. Una filosofía que conecta con la de Cervezas Alhambra, que sabe de la importancia de los detalles que marcan la diferencia. Por eso, en cada momento del proceso de elaboración de las distintas variedades, los maestros cerveceros ponen toda su intención para crear algo único que conquiste a los paladares más exigentes.
Un viaje de Finchley Road a Madrid
La carrera profesional de Elena Ágata siempre ha estado ligada a la creatividad de una u otra manera. Gran amante del dibujo, formada en joyería y gemología y apasionada de las artes en general, viajó durante un tiempo para descubrir la belleza del mundo y después se instaló en Londres con el objetivo claro de aprender inglés.
Sin embargo, fue allí donde su vida dio el giro definitivo. Conoció a su pareja, Ben, y allí decidió, casi por un impulso, apuntarse a un curso de cerámica para principiantes. Navegando por Facebook, encontró el vídeo de una mujer modelando barro y se quedó atrapada. A partir de ahí, comenzó el viaje y Elena quiso saber mucho más sobre ese arte que proviene de nuestros ancestros. “Me llamó mucho la atención la gran tradición y admiración que tienen en Reino Unido por la cerámica”, explica. Poco después, descubrió un taller en la famosa calle Finchley Road que impartía un curso de introducción a la cerámica y se apuntó sin dudarlo.
Al volver a España, Elena y Ben tuvieron claro que querían dar salida a toda esa pasión por la artesanía y compartir su arte y su amor por el trabajo de la cerámica, por eso compraron barro y un pequeño horno e inauguraron su propio taller, primero en Toledo y después en Madrid. “Quería investigar y descubrir la cantidad de posibilidades que tiene este material. Fue en este momento cuando me di cuenta también de que el proceso de creación es, a su vez, un modo de meditación con el que poder relajarse, conectar con tus sentidos y con tu entorno”, sostiene.
Elena Ágata invita a sacar el lado artístico
Aunque a veces no somos conscientes, todos tenemos escondido un lado artístico y aprender a desarrollarlo es un proceso que tiene mucho de terapéutico. Por eso, desde su taller, Elena y Ben invitan a familiarizarse con el barro y dejar volar la imaginación. Organizan talleres para grupos reducidos en los que explican diferentes técnicas para modelar y ayudan a sus alumnos a sacar a relucir su espíritu más creativo.
Cada vez son más las personas que se animan a acudir a un taller de cerámica para crear con sus propias manos y las indicaciones de un profesional piezas originales que después podrán usar como un pequeño cuenco, un macetero o una taza para el desayuno. Es el inexplicable placer de tener en tu casa una pieza creada por ti.
Imágenes | Instagram Elena Ágata Ceramics
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