Creadores - Granada
Spencer Tunick conmemora el centenario de Cervezas Alhambra fusionando la naturaleza y cultura andaluzas
‘Retrato Alhambra 1925’ es un homenaje a Andalucía, tierra que vio nacer a Cervezas Alhambra. En la obra se representa la conexión del cuerpo humano con la historia de los olivares y la identidad de su comunidad
Con motivo de la celebración de su primer centenario, Cervezas Alhambra y Spencer Tunick han unido su especial forma de observar y entender la realidad para crear ‘Retrato Alhambra 1925’. Esta instalación artística, que rinde tributo a los orígenes de la marca, requirió de la participación de centenares de voluntarios, que se integraron en un inigualable entorno natural para lograr captar una imagen con una gran potencia visual y un poderoso mensaje repleto de simbolismo.
Para la creación de esta instalación artística, Spencer Tunick contó con la colaboración de cerca de 800 voluntarios provenientes de 25 países diferentes, cuyos cuerpos fueron teñidos de un intenso verde con una pintura especial desarrollada para la ocasión. Tanto de ellos, como del equipo que le acompañó a lo largo del proceso, Tunick destacó “el increíble amor que han puesto a la hora de desarrollar esta obra de arte contemporáneo”.
La esencia del olivar
La decisión de dirigir la atención hacia el campo andaluz no fue baladí, sino que perseguía fusionar “la naturaleza con el cuerpo humano y la larga historia de los olivares”. “Pienso que conectar el cuerpo directamente con la naturaleza, creando un paisaje verde de formas humanas, tiene una relación simbiótica con tu vida”, en palabras de Spencer Tunick.
Por ello, no es de extrañar que el escenario escogido por el artista-fotógrafo para realizar ‘Retrato Alhambra 1925’ fuera un olivar granadino, que a ojos del creativo se percibe como “una tierra mágica”. El contraste de los colores tierra con el verde como protagonista, presente por primera vez en la obra del artista-fotógrafo, y un encuadre que apuesta por el plano contrapicado han dado como resultado una obra que respira tradición, pasión y saber andaluz.
La identidad de vivir sin prisa
Más allá del vínculo simbólico que ‘Retrato Alhambra 1925’ establece entre la naturaleza y el cuerpo humano a través del olivar, el trabajo del artista-fotógrafo neoyorquino también transmite al espectador la filosofía de vivir sin prisa. En concreto, una forma de concebir la existencia basada en buscar ser y estar de manera consciente en cada uno de los momentos que configuran una vida.
Sin duda, ‘Retrato Alhambra 1925’ expone a la perfección el alma de Cervezas Alhambra, una esencia que no deja de ser el ingrediente secreto gracias al cual hoy celebra su primer centenario. Una instalación artística con la que también aspira a devolver a su tierra de origen parte del valor inmaterial que la cultura andaluza sigue sumando a cada producto desarrollado por la marca.
El valor diferencial de nacer andaluz
Han transcurrido cien años desde que Carlos Bouvard Dürr y Antonio Knorr y Ortiz de Urbina eligieron Granada como el lugar en el que situar la sede de Cervezas Alhambra. Su fábrica –ubicada en el Camino del Fargue o Cuesta de los Cerdos–, se ha convertido en un símbolo de la ciudad andaluza, pero también en un recuerdo de la prosperidad y el avance tecnológico que la marca ha impulsado en la región.
Además, el alma de Andalucía –tanto de su tierra, como de su arte y su gente– impregna cada creación desarrollada por los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra. De hecho, la simbología que rodea ‘Retrato Alhambra 1925’ es el homenaje perfecto a la tierra que la vio nacer, al establecer una conexión especial con su icónica botella verde desnuda de etiquetas.
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