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'Ocean Eyes', la canción que convirtió en estrella a Billie Eilish por casualidad 'Ocean Eyes', la canción que convirtió en estrella a Billie Eilish por casualidad

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'Ocean Eyes', la canción que convirtió en estrella a Billie Eilish por casualidad

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Todos conocemos casos de éxito musical vinculados a concursos de talentos o a descubrimientos de grandes sellos discográficos, pero el caso de Billie Eilish es muy distinto.

Por Cervezas Alhambra

La irrupción de esta artista en la industria musical llama la atención por su carácter fulgurante, orgánico y, lo mejor de todo, casi fortuito. Porque la canción con la que empezó todo, la que puso la primera piedra de su espectacular carrera, ‘Ocean Eyes’, ni siquiera estaba hecha para ella. Un matiz singular que convierte toda su historia en un relato cautivador.

El calendario señalaba 2015 y Billie Eilish Pirate Baird O’Connel sumaba 13 años de edad. Fred Diaz, el profesor que les impartía clases de baile a ella y a su hermano mayor en el Revolution Dance Center, les propuso crear una canción original con la cual preparar una coreografía. Aquel hermano mayor no era otro que el ahora también aclamado intérprete y compositor Finneas O’Connell, quien a su vez tocaba en una banda de pop. Finneas se lo pensó durante unos segundos y se le encendió la bombilla: ‘Ocean Eyes’, el tema que acababa de escribir para su grupo, podía encajar a la perfección en la voz de su hermana pequeña. Aquel presagio cambió sus vidas para siempre.

Teléfono reproduciendo música de Billie Eilish.

Una serendipia es un descubrimiento valioso que surge de manera accidental. Y nos fascinan las historias con final feliz protagonizadas por auténticos desconocidos, ya que desafían las expectativas habituales y nos reconcilian con la humanidad. ‘Ocean Eyes’ había sido concebida y escrita por Finneas O'Connell con la intención de ser interpretada por The Slightlys, su banda del instituto. Pero cuando Fred Diaz les animó a crear una canción, el destino quiso que experimentase una revelación transformadora. Intuyó que la profundidad narrativa y emocional de su composición se adaptaba excepcionalmente al talento de su hermana pequeña.

Finneas había admirado siempre la profundidad de la voz de Billie, llegando a compararla con un "violín Stradivarius" por su capacidad de hacer que cada palabra sonara convincente. La producción de la canción se ajustó a los cánones del más estricto ‘do-it-yourself’. Utilizaron sonidos de la biblioteca de Logic Pro y grabaron las voces con un micrófono que actualmente cuesta menos de 100 euros. Satisfechos con el resultado, la subieron a SoundCloud para que su profesor, y ya de paso quien quisiera, pudiera escucharla. Medios modestos y un estudio casero para una canción que, actualmente, suma más de 1.780 millones de reproducciones en Spotify.

Mujer joven mirando a cámara.

‘Ocean Eyes’ llegó a SoundCloud el 18 de noviembre de 2015 en forma de balada bedroom pop. Y las expectativas de sus creadores eran prácticamente nulas. Finneas se quedó de piedra cuando empezó a acumular escuchas. “Cuando alcanzó las 2K reproducciones... Nos voló la cabeza", recordaba. A día de hoy suma más de 69 millones de streams en esta plataforma.

En la era digital, algunas acciones aparentemente inocentes pueden desencadenar eventos de gran magnitud. La naturaleza impredecible de la viralidad permite que el contenido creado para un propósito de nicho impacte inesperadamente a una audiencia gigantesca. Y los ‘accidentes felices’ a menudo refuerzan la autenticidad y el atractivo de un artista.

Mujer joven bañándose en el mar,

Otro accidente feliz añadido. Finneas reveló que el puente de ‘Ocean Eyes’ es, en realidad, el estribillo al revés. "Billie le estaba enviando un Snapchat a una amiga, puso el filtro inverso mientras trabajábamos en la canción y vimos que sonaba genial, así que tomé todas las voces del estribillo, las invertí y les añadí reverb para crear el puente. Mi portátil casi colapsó".

En poco tiempo, ‘Ocean Eyes’ se volvió viral. Rápidamente acumuló millones de reproducciones en Estados Unidos y en el Reino Unido a través de plataformas como SoundCloud y YouTube. Su potente tracción orgánica elevó el tema al puesto 84 del Billboard Hot 100 ese mismo año. Una entrada inusualmente veloz para una canción debut lanzada de forma independiente.

La respuesta de la crítica fue notable, destacando la "melodía etérea, la impresionante voz de Eilish, la percusión suave y los sintetizadores minimalistas". El éxito captó la atención de los sellos discográficos, marcando la transición de la viralidad orgánica al interés formal de la industria. En enero de 2016, Finneas y su mánager cerraron un acuerdo con Apple Music para que Billie firmara con Platoon, una compañía de A&R especializada en artistas emergentes.

Primer plano de un ojo de color azul.

Posteriormente, Justin Lubliner la contrató para Darkroom e Interscope Records en agosto de 2016. Un acuerdo con el que solidificó su entrada en la industria musical. ‘Ocean Eyes’ fue relanzada comercialmente por Darkroom e Interscope el 18 de noviembre de 2016 y seleccionada como el sencillo principal de su primer disco, Don't Smile at Me. Además, la canción fue incluida en la banda sonora de la película Everything, Everything (2017), lo que contribuyó a ampliar su alcance.

La decisión de Finneas de ceder su canción a Billie sentó las bases para todos los acontecimientos posteriores. Su elección no fue casual, sino un reconocimiento agudo de un talento incipiente y una comprensión intuitiva de la adecuación artística. Ello sugiere que, incluso en los avances aparentemente accidentales, existe a menudo una mirada o un oído perspicaz que identifica y nutre el talento.

Poco menos de una década después, Billie Eilish cuenta con una de las carreras más prestigiosas y laureadas de la industria. Atesora 10 premios Grammy en diferentes categorías, dos premios Oscar a la Mejor Canción Original, dos Golden Globe Awards, dos American Music Awards, dos Apple Music Awards y siete MTV Video Music Awards. Y todo comenzó con un feliz accidente llamado ‘Ocean Eyes’.


FOTOS | UNSPLASH



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