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Lager: una cerveza clara que esconde mucho más de lo que parece Lager: una cerveza clara que esconde mucho más de lo que parece

Es Tendencia - Cerveza

Lager: una cerveza clara que esconde mucho más de lo que parece

Detrás de su color claro y frescura aparente, la Lager guarda una historia rica y una sorprendente variedad de estilos. No es solo una cerveza ligera: es tradición, equilibrio y tiempo bien invertido.  


Lager: una cerveza clara que esconde mucho más de lo que parece


Cuando alguien pide “una rubia bien fría”, probablemente se está refiriendo a una Lager. Pero reducir esta cerveza a una etiqueta tan genérica no le hace justicia. Detrás de su apariencia clara y su sabor suave se esconde una de las familias cerveceras más amplias, con una historia apasionante y un proceso de elaboración que exige tiempo, precisión y paciencia.


¿Qué hace diferente a una cerveza Lager?


El término “Lager” no hace referencia al color ni al grado de amargor, sino a su proceso de fermentación y maduración. Estas cervezas se elaboran con levadura de fermentación baja (Saccharomyces pastorianus), que trabaja a temperaturas más frías y durante más tiempo que las levaduras utilizadas para las cervezas Ale.


Este tipo de fermentación se produce desde el fondo del tanque, lo que da lugar a un perfil sensorial limpio, equilibrado y sin notas aromáticas dominantes. Tras la fermentación, las Lager se someten a un periodo de reposo en frío, a temperaturas próximas a las de refrigeración. Este paso, conocido como “lagering”, es esencial para asentar el carácter de la cerveza, clarificarla de forma natural y potenciar su armonía.


Así se percibe una buena Lager


Las Lager pueden abarcar una amplia gama de tonalidades, desde el dorado pálido hasta tonos ámbar e incluso marrón oscuro, según el estilo. Aromáticamente, suelen ofrecer matices sutiles a cereal, pan blanco o galleta, y en boca destacan por su cuerpo medio, su burbuja fina y una sensación general de frescura y nitidez.


Cuando están bien elaboradas, son cervezas que no buscan protagonismo, pero sí equilibrio. Transmiten una elegancia sencilla, accesible, sin artificios, que se agradece tanto en el primer trago como en el último.


Una de las “familias” de cerveza más extensas


Aunque a menudo se asocia el término Lager con una imagen única (una cerveza rubia, suave y muy fría), lo cierto es que este estilo engloba una enorme diversidad de matices. Cada variedad posee una identidad propia y un perfil sensorial particular.


La Helles, muy apreciada en Alemania, presenta un tono dorado, una textura equilibrada y un carácter ligeramente maltoso que la convierte en una excelente opción para acompañar tapas suaves o platos frescos como una ensalada. Por su parte, la Pilsner (originaria de la región checa de Pilsen) destaca por su amargor refinado y un final más seco, lo que la hace especialmente adecuada para maridar con platos especiados o mariscos.


Para quienes buscan sabores más intensos, la Märzen ofrece un perfil ámbar con notas de pan tostado y caramelo ligero, ideal para acompañar carnes al horno. La Festbier, más clara y pensada para ocasiones festivas como el Oktoberfest, ofrece una expresión más ligera sin perder profundidad. Y en el caso de la Dunkel, su color oscuro no debe engañar: es una cerveza amable, con cuerpo redondo y matices que evocan frutos secos y pan tostado.


En los meses más fríos o para momentos de pausa prolongada, estilos como la Bock o la Doppelbock despliegan mayor cuerpo y una calidez ligeramente dulce, perfecta para platos de cuchara o incluso para acompañar postres. También encontramos propuestas como la Vienna Lager (de tonalidad cobriza), la Maibock (de mayor intensidad) o la Schwarzbier (negra en apariencia pero sorprendentemente ligera).


En definitiva, el universo Lager es mucho más amplio de lo que suele imaginarse. Y cuanto más se explora, más sorprende su capacidad de adaptación y su riqueza expresiva.


Entre las distintas formas que puede adoptar una Lager, Cervezas Alhambra ofrece interpretaciones que van desde la suavidad y el cuerpo redondo de Alhambra Especial, una lager de fermentación lenta que destaca por su equilibrio y notas afrutadas y florales, hasta la intensidad de Alhambra Reserva 1925, una amber lager elaborada sin prisa, con un carácter robusto y matices tostados. Dos formas distintas de entender una misma tradición: la del tiempo y la dedicación.


Cómo servir y maridar una Lager


La versatilidad gastronómica de las Lager es una de sus grandes virtudes. Algunas sugerencias:


- Helles (tapeo, pescados blancos, quesos frescos)

- Pilsner (platos especiados, frituras, ceviches o sushi)

- Märzen y Dunkel (cocina tradicional, carnes al horno, legumbres)

- Bock (guisos intensos o postres cremosos)

En cuanto al servicio, la temperatura ideal oscila entre los 4 y 7 °C, aunque estilos más intensos pueden servirse algo más templados. Se recomienda un vaso limpio, ligeramente curvado, que conserve la espuma y libere los aromas. Y, por supuesto, disfrutar sin prisa.


Un estilo con historia: la Lager y su expansión mundial


Aunque hoy se puede tomar una Lager en cualquier parte del mundo, su historia empieza hace siglos en Baviera (en Alemania). Allí los cerveceros descubrieron que si dejaban fermentar y madurar la cerveza en bodegas subterráneas, salía mucho mejor: más limpia, más estable, más rica.


El gran salto llegó a finales del siglo XIX con la invención de la refrigeración artificial por Carl von Linde, lo que permitió controlar la temperatura de fermentación durante todo el año. Este avance hizo posible producir Lager de forma masiva y estandarizada, impulsando su popularidad a escala global.


De hecho, el nombre “lager” proviene del verbo alemán lagern (que significa “almacenar”). Una referencia directa al tiempo y la calma que requiere su elaboración. Una filosofía que resuena de forma muy especial con nuestra manera de entender la cerveza en Cervezas Alhambra: hacer las cosas con pausa, respeto y atención al detalle.


No es casualidad que países como la República Checa donde se bebe más cerveza per cápita que en ningún otro lugar (según un estudio de Kirin Holdings sobre el consumo global de cerveza). Allí, la cerveza ocupa un lugar cotidiano en la mesa, con la misma naturalidad que el pan, pero se valora con un respeto profundo por su tradición y calidad.


La próxima vez que pidas “una rubia bien fría”, recuerda todo lo que hay detrás. Porque una buena Lager es mucho más que una cerveza ligera y refrescante. Es paciencia, equilibrio y saber hacer. Y cuando te tomas el tiempo de disfrutarla como merece, descubres todo lo que puede ofrecer.

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