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Larga vida a los clubes de lectura o por qué sentarse a charlar sobre un libro es un planazo
Los clubes de lectura están más de moda que nunca, pero ahora en una clave más cool, con un diseño gráfico atractivo y espacios apetecibles como escenario
Leer es una de esas actividades por las que parece no pasar el tiempo. Se ha adaptado y evolucionado de la mano de las nuevas tecnologías, por lo que a su tradicional formato en pape, ahora se han unido el digital y el audio. De hecho, su transformación está tan consolidada que hasta las bibliotecas prestan sus ejemplares para ser disfrutados en la pequeña pantalla.
Así, no es de extrañar que para muchos lectores los booktokers ya sean voces autorizadas en las recomendaciones literarias, o el surgimiento de nuevos subgéneros como el cozy crime o el romantasy. Pero ¿qué ha ocurrido con el club de lectura? Que no solo se ha mantenido sino que ahora se adapta a las necesidades de cada lector.
La vida eterna del club de lectura
Normalmente, las personas que disfrutan perdiéndose entre historias, personajes y argumentos fantasiosos también lo hacen al profundizar en el libro que acaban de leer. Especialmente cuando este análisis se realiza sin miedo a los terribles spoilers, con la tranquilidad de valorar la trama sin temor a desvelar información, aún por descubrir, a un tercero.
Aunque ¿por qué nos gustan tanto estos encuentros literarios? Por la propia naturaleza de la lectura, en la que una persona anónima se convierte en parte activa del libro. ¿Cómo? Recreando en su mente cada una de las páginas de la novela que sostiene entre sus manos.
El lector es el encargado de imaginar cómo luce la descripción del personaje concebido por un escritor, así como de diseñar cómo suena la voz del protagonista asustado, feliz o dubitativo. En definitiva, cuando el texto llega a sus manos cobra una vida diferente gracias a la visión única con la que se acerca a las palabras escritas. Y es en este punto en el que la magia de charlar sobre el título finalizado hace su aparición, ya que permite comparar otras formas de aproximarse a la novela, otras maneras de entender los mensajes deslizados entre las líneas de los capítulos o la razón de ser de los giros argumentales.
La nueva era del club de lectura
El club de lectura es un espacio de disfrute para los amantes de los libros. Es ese lugar al que acudir para socializar con otras personas con las que se comparte un idioma común: el del silencio repleto de palabras en el que transcurren las horas entre libros.
Ahora bien, al igual que los libros han encontrado su particular manera de adaptarse a los nuevos tiempos, los clubes de lectura han sufrido una gran metamorfosis para dar respuesta a las necesidades de los actuales lectores. Desde los más típicos, que se organizan en las bibliotecas del barrio, hasta conceptos modernos asociados a librerías que han instalado una cafetería o una pequeña barra de bar entre sus estanterías, pasando por encuentros que se organizan de forma digital o hasta en diferido a través de las redes sociales.
Una variedad infinita de espacios literarios
Este repaso arranca con una de esas propuestas que no dudan en mantener la tradición pura del club de lectura, sin renunciar a los avances del siglo XXI. El proyecto se llama Notes on Books y es un punto de encuentro literario que Claudia, su creadora, aspira a convertir en “un espacio que acerque a las personas a través de un amor compartido por la lectura”, afirma en su web.
Otro que merece la pena no perder de vista es @malaletra, un club literario que se organiza en Zaragoza y cuyas lecturas son votadas en los stories por los followers de la cuenta, creando así una comunidad a caballo entre lo digital y lo físico.
Una opción algo diferente es la ofrecida en Madrid por Crazy Mary Librería, que tan pronto prepara presentaciones de novedades y clubes de lectura como jornadas de té literario, o El Halcón Maltes, que no duda en que estos encuentros sean también temáticos y giren alrededor de la obra de un escritor. Ahora bien, en las calles madrileñas también es posible encontrar clubes como los de La Anónima Librería. Situada en Embajadores, son las propias asistentes las encargadas de decidir por consenso el libro que centrará su atención durante un mes.
Además, grupos editoriales como Penguin tampoco quieren perder su posicionamiento en el sector, por lo que ya están poniendo en marcha sus propios clubes de lectura online en los que dan a conocer las últimas publicaciones de sus autores. Así, no solo crean un espacio en el que los fans pueden conversar con sus escritores favoritos, también tienen la posibilidad de establecer vínculos con otros lectores con gustos semejantes a los suyos. E incluso escritores como Eduardo Mendoza, último Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, no dudan en conversar y ser parte, aunque solo sea por un día, de los clubes de lectura.
Todo ello sin olvidar la última tendencia entre los famosos: la creación de su propio espacio literario. Uno de los casos de éxito más conocidos es el de Reese Whiterspoon: Reese's Book Club. En él, la actriz cada mes selecciona un libro escrito por una autora y lo analiza con ella. De hecho, tal ha sido la conexión que Whiterspoon ha logrado con su audiencia que ha escrito su primera obra junto a Harlan Coben, una novela de suspense titulada Gone before goodbye.
Cómo encontrar (o montar) tu próximo club de lectura
Si algo resulta innegable es que el universo de los clubes de lectura es inabarcable, dado que existen tantos como géneros, subgéneros y adeptos a los libros encontramos en el mundo. Por esta razón, si lo que quieres es localizar ese espacio literario que conecte contigo y tus gustos, lo único que tienes que hacer es realizar una pequeña búsqueda en internet, bucear en las recomendaciones de Instagram o, simplemente, preguntar a tu librero. Y es que hay una verdad que siempre se impone en el mundo de las letras: nada es más poderoso que el boca a boca, la recomendación personalizada o la crítica que proviene de una fuente de confianza.
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