Maestros del tiempo
Cinturones con grandes hebillas, botas camperas, sombreros de ala ancha, jeans y una colección de canciones que nos despiertan todas las ganas de montar a caballo y cabalgar hacia el atardecer.
Por Cervezas Alhambra
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Cuando Beyoncé publicó el pasado marzo su disco ‘Act II: Cowboy Carter’ sabía que iba desatar la locura planetaria por el Cowboy Core, un trend que lleva tiempo cocinándose en la escena cultural estadounidense. El álbum representa una declaración de amor por la cultura western y la música country, aunque mantiene abierta la puerta a géneros como el blues, el soul, el r’n’b, el hip hop, el folk o el rock. El Cowboy Core es un concepto integral que engloba música, moda y lifestyle, y Beyoncé lo dejó claro cuando acudió a la gala de los Grammy luciendo un traje de falda Damier de cuero de la colección Western Louis Vuitton de Pharrell Williams, una corbata de bolo y un impactante sombrero de cowboy blanco. El shock que provocó fue tan inmediato que hasta la mítica marca de sombreros Stetson rompió su antigua regla de colores neutros y accedió a crear un sombrero vaquero carmesí para ella.
Para descubrir en qué clase de terreno ha hundido sus raíces musicales Beyoncé con este disco, basta con echar un vistazo a la larga lista de colaboraciones que aparecen en el álbum: genuinas leyendas vivas del country como Dolly Parton, Willie Nelson o Linda Martell comparten créditos con otras figuras menos conocidas del género, como Tanner Adell, Brittney Spencer, Tiera Kennedy, Reyna Roberts, Shaboozey o Willie Jones.
El Cowboy Core lleva ganando fuerza progresivamente desde mediados de la década de 2010, cuando algunos artistas estadounidenses comenzaron a fusionar música country tradicional con elementos de la cultura urbana, el pop y la moda western. En realidad hablamos de una reinvención musical y estética surgida como una expresión de la nostalgia por los buenos viejos tiempos, el oeste norteamericano, el espíritu aventurero y el estilo de vida vaquero. Los primeros artistas en explorar este camino fueron figuras como Lil Nas X con ‘Old Town Road’ o Kacey Musgraves con su álbum ‘Golden Hour’. Ambos formaron parte de esa hornada de artistas que dotaron a los sonidos tradicionales de una nueva capa, brillante y seductora, de rap y pop contemporáneo. Además, aquella época coincidió con un repunte en la popularidad de las películas y series de vaqueros, un punto extra que contribuyó a visibilizar el estilo.
Otros músicos que han ayudado a cimentar la reciente explosión colorista del Cowboy Core han sido Lana del Rey, Miley Cyrus, Taylor Swift o Post Malone. En el caso de Lana del Rey, la genuina reina del sad pop, ha anunciado que su próximo álbum de estudio, ‘Lasso’, que verá la luz en septiembre, se sumergirá igualmente en la música country. Con ‘Chemtrails Over The Country Club’ ya nos mostró su fascinación por el folk alternativo y el género americana, pero se espera que el nuevo disco profundice mucho más en las raíces western. "Si aún no lo sabes por los ganadores de premios y nuestros artistas, el negocio de la música se está volviendo country. Nos vamos al campo. Está sucediendo", manifestó Lana del Rey durante la última gala de los Grammy. Más tarde, durante su participación en la segunda semana del festival Coachella, vistió un look 100% Cowboy Core con el que quiso dar aún más consistencia a sus palabras.
A Myley Cyrus, quien también colabora en el tema ‘II MOST WANTED’ de ‘Act II: Cowboy Carter’, ya la vimos cantar a los cuatro vientos su amor por la música country más ortodoxa en ‘The Backyard Sessions’, en 2012. La cantante, hija del célebre actor y cantante country Billy Ray Cyrus, grabó una versión de la icónica canción ‘Jolene’ acompañada por su banda en el patio trasero de su casa y el vídeo resultante acumula, a día de hoy, más de 458 millones de visualizaciones en YouTube. Un par de datos extra: ‘Jolene’ es una canción escrita por Dolly Parton y Beyoncé canta su propia versión de ‘Jolene’ en ‘Act II: Cowboy Carter’. ¡Todo está conectado!
El cantante Post Malone, actual poseedor del récord de singles con certificación de diamante de la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (con 8 sencillos), también se ha sumado al trend. El pasado abril participó en el Stagecoach Festival de California adecuadamente vestido de cowboy e interpretó un set íntegro de versiones del género. La prensa musical analiza ahora mismo con lupa sus últimos posts, en los que aparece realizando covers de leyendas como Hank Williams y Garth Brooks, y asegura que las posibilidades de que su próximo álbum sea country son muy, pero que muy elevadas.
Y qué decir de Taylor Swift. La superestrella dio sus primeros pasos en la música dentro del country y cualquiera que haya seguido su carrera sabe que lleva años siendo una abanderada de la estética Cowboy Core. Sólo un dato para ilustrar su vínculo con el trend: entre 2010 y 2024 ha ganado 14 premios Grammy, de los cuales cinco pertenecen a categorías exclusivamente country.
El estilo Cowboy Core hereda elementos tradicionales, como el uso de guitarras acústicas y unas letras bucólicas que nos hablan de las bondades de la vida campestre. Al mismo tiempo incorpora otros detalles heredados del hip hop como los beats, la producción moderna y las referencias a la cultura urbana. Esta conjunción de estilos genera un sonido 100% fresco y único. Los medios estadounidenses no han podido resistirse a hacer el juego de palabras con el salvaje oeste y ya hablan de “una nueva frontera en la moda y la cultura pop”.
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¿Y cuál será el siguiente paso? Todo apunta a que el Cowboy Core continuará ganando adeptos a lo largo de los próximos años. Los sellos discográficos se pelean por contratar a artistas como Ian Munsick, Catie Offerman y Tyler Halverson, músicos que se han criado rodeados de caballos y ganado, y cuya imagen no puede estar más conectada con los preceptos del trend. En EE.UU. aumenta el número de festivales musicales que se lleva a cabo en ranchos reales. Y las celebridades del país se dejan ver constantemente con sombreros y botas de estilo western recién salidos de la pasarela. Una mirada al pasado que mantiene la conexión con el presente y que observa el futuro con confianza.
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