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Whipped butter o mantequilla montada: la microtendencia culinaria para dar un toque a tus aperitivos Whipped butter o mantequilla montada: la microtendencia culinaria para dar un toque a tus aperitivos

Es Tendencia - Gastronomía

Whipped butter o mantequilla montada: la microtendencia culinaria para dar un toque a tus aperitivos

Más ligera, más versátil y lista para conquistar tanto postres como platos salados. Haz hueco en tu recetario para todas las posibilidades de la mantequilla batida.

Para muchos chefs (y paladares) la textura lo es todo cuando se trata de componer un nuevo plato. Por eso nos gusta más la verdura al dente que blanda, los bizcochos esponjosos en vez de apelmazados o las patatas fritas crujientes en lugar de las gomosas. Pero cuando reformulamos el estado natural de un producto que ya funciona por sí solo, como es la mantequilla, es porque la técnica promete elevar el resultado.


Así ocurre con la whipped butter (o mantequilla batida), una versión cremosa y aireada que tiene muchas más posibilidades de las que sospechamos. Con muy pocos pasos podemos obtener esta delicia en casa, apta tanto para postres irresistibles como para sorprendentes recetas saladas, ideales para incorporar en nuestro recetario más convencional.


Te contamos cómo darle un toque gourmet a la mantequilla con una elaboración de tendencia y muy sencilla de replicar. Obtendrás todo un aliado cremoso, equilibrado y versátil, perfecto para tener siempre a mano y condimentar de una y mil formas.



Cómo preparar mantequilla batida (o whipped butter)


como hacer mantequilla batida


El paso a paso para obtener mantequilla batida básica (sin azúcar, sal u otros condimentos) apenas nos llevará unos minutos. Eso sí, es recomendable partir con una materia prima de excelente calidad. Es decir, una mantequilla con alto contenido en grasa láctea, preferiblemente de origen artesanal y preparada con poca antelación.


De hecho, si lo preferimos, podemos hacer también nuestra propia mantequilla casera batiendo nata progresivamente con unas varillas amasadoras. Poco a poco, el suero de la leche se irá separando hasta obtener la característica mantequilla de color amarillo y textura de plastilina. Una vez compactada y con un toque de sal (opcional), nos servirá para untar en tostadas, cocinar e, incluso, para sorprender a nuestros invitados con una tabla de mantequilla.

Pero si lo que buscamos es ir un paso más allá y probar con la whipped butter (o mantequilla batida), debemos seguir estas pautas:


1. Sacar la mantequilla del refrigerador y dejarla a temperatura ambiente durante unos 30-50 minutos. Si no realizamos este paso, será imposible batir (y, por tanto, airear) el producto.

2. Con la ayuda de unas varillas, tenemos que batir la mantequilla a máxima velocidad durante 5-7 minutos. La clave es realizar movimientos envolventes para que el aire vaya entrando poco a poco y genere la textura adecuada.

3. De forma opcional, podemos incorporar también un par de cucharadas de agua, leche o suero de leche para un resultado más cremoso. En este caso, tendremos que batir durante otros 5 minutos después de incorporar cualquiera de los ingredientes propuestos.

4. Bajamos la velocidad de las varillas y, mientras tanto, incorporamos los condimentos que más nos gusten: sal en escamas, hierbas aromáticas secas, especias o, si buscamos un resultado dulce, unas cucharadas de azúcar.

5. Pasamos la mezcla a un recipiente hermético y refrigeramos. Se mantendrá en perfecto estado durante 1-2 semanas (y 2-3 meses si optamos por congelarla).


¿Para qué se utiliza la mantequilla batida? Prueba estas tres recetas con whipped butter


Lo mejor de la mantequilla batida es que se adapta bien a muchísimas elaboraciones. Es ideal para untar en unas tostadas, pero también para guisos, para darle un toque diferente a una carne, realzar postres o aportar la textura más exquisita a tus aperitivos. Hemos escogido tres recetas fáciles con whipped butter para que pongas en práctica esta técnica y la disfrutes en todo su esplendor.



Patatas asadas con mantequilla batida de romero y sal marina


patatas asadas mantequilla batida


Si buscas una guarnición sofisticada y muy aromática, estas patatas son una muy buena elección. Para esta receta necesitamos patatas pequeñas (tipo baby), AOVE, pimienta, romero fresco y sal en escamas. Su preparación es muy sencilla: apenas tenemos que hornear las patatas con aceite y pimienta a 200º C hasta que estén doradas.


Una vez se atemperen un poco, las podemos acompañar con mantequilla batida con romero y sal servida aparte, como si fuera una salsa. Y como maridaje, te recomendamos combinar la receta con Alhambra Reserva Roja, que remarca el sabor intenso de la sal sobre la mantequilla y funciona bien con hierbas con carácter, como el romero.


Verduras al vapor con mantequilla batida de hierbas y ajo


Te proponemos un entrante ligero pero con carácter. Para elaborar esta receta solo necesitas cocer al vapor brócoli, zanahorias y judías verdes hasta que estén al dente, conservando su color y textura. El giro está en la mantequilla batida, que aderezamos con una mezcla suave de ajo fresco, perejil picado y un toque cítrico con ralladura de limón, capaz de transformar cualquier vegetal en un bocado mucho más especial.


Para servirla con estilo, puedes colocar una cucharada generosa de la mantequilla batida al fondo del plato -como si fuera una cama-, y disponer las verduras calientes encima para que se impregnen poco a poco. Acompaña esta receta con Alhambra Especial, cuya ligereza y notas maltosas equilibran perfectamente la untuosidad de la mantequilla, así como el frescor de las hierbas y verduras.

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