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Recetas con alcachofa: ideas fáciles para disfrutar la reina del otoño
Una joya de la huerta de otoño e invierno, con un corazón tierno y sabores que inundan el plato. Llega la temporada de una de las verduras más esperadas, la excusa que necesitamos para poner en práctica estas recetas con alcachofas.
De octubre a abril, como los calcetines de lana y los abrigos. Es la temporada exacta en la que la alcachofa hace su aparición en nuestra cesta de la compra (y en nuestros platos con alcachofa). A caballo entre la flor y la verdura, con un sabor herbáceo y a la vez aromático, esta hortaliza es todo un regalo para los sentidos que nos acompaña cada vez que llega el frío.
Enfrentarse a su corteza es la prueba de fuego para cualquier aspirante a chef. Claro que, detrás de sus escamas, se encuentra el secreto de un corazón tierno y perfecto para ganarse el favor de los comensales con recetas de alcachofa. Y como el frío es su territorio por excelencia, son las carnes y embutidos sus mejores acompañantes.
Sin duda, un ingrediente al que merece la pena dar la bienvenida cada año y que promete vestir los más deliciosos instantes en la cocina. Te enseñamos todo lo que tienes que saber sobre esta joya mediterránea y te mostramos tres formas sencillas de hacer recetas con alcachofas este invierno.
¿Qué es la alcachofa y por qué es tan especial en otoño?
Tenemos claro que la alcachofa es todo un símbolo mediterráneo. Es uno de los grandes orgullos en regiones de nuestro país como Alicante, Almería, Murcia o Tudela, la huerta de Navarra. Sin embargo, el origen natural de esta verdura es el noreste de África, donde fue descubierta por romanos y griegos, los cuales no tardaron en sumarla a su cocina.
Casi una casualidad, porque esta verdura emerge de una planta de unos dos metros de altura, abrupta y perenne, con la que es difícil intuir que cada alcachofa esconde un corazón suave y delicioso. De hecho, es prima lejana del cardo, otro manjar de invierno que suele intimidar a los ‘cocinitas’.
Pero poco tardaríamos en entender que el verdadero secreto de la alcachofa se encuentra en su interior. Tanto es así, que hemos desarrollado técnicas concretas de corte para extraer su corazón sin desperdiciarlo -y con cuidado de que no se oxide-.
Según cada receta de alcachofa, la alcachofa se presenta de múltiples maneras: con el tallo adherido a la flor, con las hojas del corazón expuestas, con la parte más tierna del corazón a modo de mini cuenco (el corte más popular en la french cuisine) o, simplemente, enteras y listas para que el comensal las deshoje. Aunque también ha ganado adeptos su tallo, que es muy tierno y obtiene una textura deliciosa si lo preparamos al vapor.
3 recetas para ganarte el corazón de la alcachofa
La alcachofa es una verdura repleta de sabor y matices. De hecho, es perfecta para elaboraciones sencillas porque tiende a llevarse todo el protagonismo. En la boca es algo áspera y terrosa, pero muy agradable. Y su sabor amargo, con matices dulces, hacen de ella una hortaliza repleta de posibilidades. Para muestra, estas tres recetas con alcachofa fáciles y sencilla de preparar.
Alcachofas confitadas
Las alcachofas confitadas son una delicia que resalta el lado más aromático y sabroso de esta hortaliza. Para prepararlas, solo necesitamos cocinarlas lentamente en aceite de oliva y a baja temperatura, lo que poco a poco hará que adquieran una textura suave y sedosa. Además, lograremos que su sabor se intensifique, aunque siempre podemos incorporar ingredientes como el ajo, el laurel o el tomillo para aportar un toque de sabor.
Lo interesante de este método es que permite que las alcachofas se impregnen de los aromas de los condimentos, pero sin perder su forma y su esencia. En definitiva, un básico para los amantes de las recetas con alcachofas que se puede presentar como entrante, guarnición o como base para otros platos más elaborados.


Flores de alcachofa con foie y vinagre balsámico
Una de las elaboraciones por excelencia de esta verdura son las flores de alcachofa con jamón. Sin embargo, en esta ocasión vamos a elevar un poco la experiencia con un toque de foie. Solo tenemos que prepararlas a la plancha, pero con cuidado de que las hojas de la flor no se quemen o queden muy aplastadas.
Sin sacarlas de la plancha, incorporaremos el foie y la crema de vinagre balsámico para culminar. También podemos añadir unos pocos piñones o láminas de almendra. Como maridaje, optaremos por Alhambra Reserva Roja que, con sus matices tostados y toques de caramelo, combina muy bien con el foie y los toques dulces del vinagre balsámico.
Menestra sobre flores de alcachofa
El corte del corazón en forma de cuenco, el que tanto gusta a los chefs franceses, es muy recomendable si lo que queremos es refinar elaboraciones. Es, de hecho, una buena base para presentar la básica menestra de verduras y hacerla mucho más apetecible. Los corazones se pueden cocer o hacer al vapor. A continuación, solo tenemos que rellenarlos con el resto de verduras, a modo de canapé. Como posible variación, podemos preparar una vinagreta suave de aceite y limón para dar un toque extra de sabor, o incorporar unas hojas de eneldo o hinojo y conseguir una receta mucho más invernal.
Beneficios de incluir alcachofas en tu dieta
La alcachofa es una de esas verduras que, además de ofrecer un sabor único y una estupenda versatilidad, guarda un sinfín de propiedades que hacen de ella un verdadero tesoro vegetal.
Rica en fibra y compuestos naturales, es conocida por favorecer la digestión y cuidar el hígado de forma natural. Además, su bajo aporte calórico la convierte en una elección predilecta para quienes buscan recetas equilibradas, sin renunciar al placer de comer bien.
Asimismo, es una fantástica fuente de vitaminas como la C, la K y varias del grupo B. Y como su mejor momento llega en los meses de frío, es ideal para mantener las defensas a raya en la época en la que somos más propensos a resfriados.
Incluirla en tu recetario no solo aporta variedad y textura, sino que abre la puerta a una amplia gama de platos con alcachofas llenos de matices.
Trucos para cocinar bien la alcachofa
Dominar la preparación de la alcachofa es un arte que recompensa en cada bocado. Si este invierno tu reto es empezar a preparar más recetas con alcachofas, te damos algunos consejos clave para sacar lo mejor de este vegetal tan noble:
- Limpieza con mimo: retira las hojas exteriores más duras hasta llegar al corazón tierno. A continuación, pela el tallo y frota cada corte con limón para evitar la oxidación.
- Cocción en agua: en el momento de hervirlas, añade al agua un poco de limón y una cucharada de harina. Así conservarán su color natural y una textura firme, perfecta para cualquier receta de alcachofa.
- Salteado: córtalas en láminas finas y saltéalas en aceite de oliva a fuego medio. El objetivo es dorarlas ligeramente -sin que se resequen-, para resaltar sus notas terrosas y delicadas.
- Conservación inteligente: si las quieres tener listas para futuras elaboraciones, escáldalas brevemente y consérvalas en aceite de oliva con hierbas aromáticas, como tomillo o laurel. Una base perfecta para infinidad de elaboraciones.
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