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Tapas europeas: del burek balcánico a la tapa española, un viaje gastronómico Tapas europeas: del burek balcánico a la tapa española, un viaje gastronómico

Planes - Gastronomía

Tapas europeas: del burek balcánico a la tapa española, un viaje gastronómico

Un recorrido de oeste a este, con parada en seis destinos diferentes, para deleitarnos con los tentempiés y las tapas europeas más desconocidas. Así se toma el aperitivo en el Viejo Continente.

Europa es una delicia al completo. Su sinfín de identidades, fruto de la convergencia continua entre pueblos y culturas, nos ha regalado gastronomías tan diferentes como apasionantes. ¿Acaso no sorprende encontrar tradiciones culinarias tan diversas en un territorio tan limitado? Es fascinante ver cómo la sofisticación francesa convive con la pasión por el mar de Escandinavia, las influencias árabes del Mediterráneo Oriental o la personalidad de la cocina española.


Adentrarse en las cocinas de los diferentes países de Europa es un ejercicio que todos deberíamos hacer en algún momento de la vida. Quizás, porque viajar ayuda a descubrir realidades desconocidas, pero al mismo tiempo nos invita a celebrar lo nuestro. Como ocurre con las famosísimas tapas españolas, el emblema por excelencia de lo typical spanish y, sin duda, la excusa perfecta para acompañar el sabor de las variedades de Cervezas Alhambra.


Pero viajar también es un buen método para conocer cómo viven otros lugares sus propios Momentos Alhambra. Porque, aunque no haya nada más español que nuestra querida tapa, también otros lugares del continente gozan de aperitivos internacionales, que son motivo de inspiración a este lado de la frontera. Te invitamos a hacer un tour sin igual, desde la Península Ibérica hasta la Balcánica, para saborear 6 tapas europeas muy sabrosas.


¿Qué es una tapa y cómo varía en Europa?


La tapa es una creación profundamente española, pero bien es cierto que su concepto ha inspirado interpretaciones únicas en diversos países de Europa. A medida que la gastronomía se ha globalizado, muchos chefs y restaurantes han adoptado el formato de tapa -con porciones pequeñas, ideales para compartir- y lo han adaptado a sus ingredientes y tradiciones locales.


En la actualidad tenemos varios ejemplos de tapas internacionales. En Italia existen los cicchetti venecianos: pequeñas raciones servidas en bares llamados bacari, los cuales incluyen desde mariscos hasta polenta frita. En Francia, especialmente en el sur, los bares de vinos ofrecen tablas de queso, charcutería y pequeños bocados que recuerdan mucho a las tapas españolas.


En países como Alemania o Bélgica, se pueden encontrar versiones modernas de tapas en cervecerías artesanales, donde se sirven platos pequeños para maridar con distintas cervezas. Incluso en los Países Nórdicos, el auge de la “nueva cocina nórdica” ha traído consigo platos en miniatura inspirados en el formato tapa.


¿Por qué son tendencia las tapas internacionales?


Las tapas internacionales se han convertido en una tendencia creciente en la gastronomía global por varias razones. En primer lugar, responden al deseo actual de experiencias culinarias más dinámicas, sociales y compartidas. Al fin y al cabo, el formato de pequeñas porciones permite probar varios sabores en una sola comida, lo que atrae tanto a los comensales curiosos como a quienes valoran la variedad.


Además, gracias al auge de los viajes gastronómicos y el intercambio cultural, muchos chefs de todo el mundo han adoptado el concepto de tapa y lo han trasladado a sus propias realidades, con ingredientes autóctonos y técnicas locales.


Por otro lado, las tapas se ajustan perfectamente al estilo de vida moderno: son rápidas, versátiles y se adaptan tanto a menús informales como a propuestas gourmet. Restaurantes de alta cocina en ciudades como Londres, Nueva York o Berlín han incorporado menús de tapas internacionales como forma de sorprender al comensal.


Además, en un contexto donde el food sharing y la sostenibilidad ganan protagonismo, las tapas permiten reducir el desperdicio y fomentar un consumo más consciente. En definitiva, Europa y el mundo entero han descubierto una de las grandes ventajas de recurrir a la tapa.



Gougères, un snack de queso à la française


Los gougères aúnan los dos grandes talentos de la cocina francesa: el amor por el queso y el buen hacer pastelero. Son tradicionales en la región de Borgoña y se elaboran con pasta choux y queso (rallado o en dados, según el acabado y la intensidad de sabor que se busque). Son un excelente complemento para las famosas tablas francesas de embutidos, quesos y otros aperitivos. Pero también se puede disfrutar solos y acompañar con el inconfundible sabor de Alhambra Reserva 1925.


Obatzda: la tapa bávara por excelencia


Aunque Alemania no es conocida tradicionalmente por sus tapas, platos como el Obatzda se han convertido en perfectos embajadores del formato. Originario de Baviera, el Obatzda es una deliciosa mezcla de queso Camembert maduro, mantequilla, cebolla, pimentón y cerveza, machacado hasta obtener una pasta cremosa y sabrosa. Se sirve típicamente con bretzels o pan de centeno, y es una opción popular en los Biergartens (o jardines de cerveza) como aperitivo. Es más, si lo queremos recrear en casa, podemos emplear una variedad tipo lager como Alhambra Especial, que encaja a la perfección con la que los alemanes utilizan en esta tapa europea.


Salmón noruego a la remolacha


salmon remolacha noruega


El verdadero nombre de esta delicia noruega es Rødbetgravet laks y llama la atención por el llamativo color rojo de su superficie. Es el resultado de un proceso de marinado muy especial, hecho con remolacha, azúcar, sal, limón, piel de naranja y eneldo. Se suele tomar con pequeñas tostadas, untadas con crema de rábano picante, pero también puede ganar mucho con un maridaje fresco y sabroso como el de Alhambra Radler Singular.


Encurtidos de setas polacos


En muchos países del este de Europa, comprobaremos cómo el encurtido se ha convertido en todo un arte. Un buen ejemplo es el Pieczarki marynowane, el nombre que recibe esta selección de setas encurtidas de origen polaco. Se suelen tomar como aperitivo, pero también se utilizan para incorporar a las originales ensaladas que se consumen tanto a este lado de Europa.


El encurtido en Polonia es una tradición profundamente arraigada en la cultura rural, especialmente en las zonas boscosas, donde la recolección de setas silvestres es una práctica habitual. Cuando llega el otoño, muchas familias polacas recogen y preparan setas para su consumo durante los meses posteriores. Además de usarlos en esta tapa europea, estos encurtidos también son habituales en guisos y otras comidas contundentes de invierno.


El burek balcánico


No hay un país específico que abandere la invención del burek, aunque sí sabemos que ha formado parte de la tradición culinaria Otomana y que se fue extendiendo, en diferentes versiones, a través de los países que formaban la antigua Yugoslavia. ¿Lo mejor? Disfrutarlo en cada una de sus versiones a medida que hacemos este apasionante viaje. Por ejemplo, con queso y recién salido de la panadería en una mañana de turismo por Zadar (en Croacia), con carne y con vistas a los magníficos prados de Serbia o a modo vegetal y con un poco de salsa de yogur en los puestos de la cosmopolita ciudad de Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina.

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