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Malasaña, barrio entre barrios
Tiendas vintage, librerías, cafés con encanto y cerveza en la Dos de Mayo. Nos perdemos por el barrio más bohemio de Madrid con las recomendaciones de la artista Ana Jarén.
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Más que por sus callos y sus cañas ‘bien tiradas’, la esencia de Madrid se puede encontrar en sus barrios. Desde Chamberí hasta Conde Duque, desde La Latina hasta Arganzuela, desde el Madrid de los Austrias hasta Chueca. Todos ellos nos ofrecen las diferentes versiones de una ciudad en constante evolución que, afortunadamente, es capaz de mantener su personalidad a través de estos pequeños territorios.
Nuestra ruta del degustador nos lleva ahora por el que fuera en su día el barrio de las Maravillas. Es decir, Malasaña. Epicentro de la cultura alternativa, de artistas, comercios y, entre muchos otros fenómenos, del movimiento que se denominó en los 80 como ‘Movida Madrileña’.
A tan solo unas calles de los principales atractivos de la ciudad, el hervidero bohemio de Malasaña continúa siendo el barrio por excelencia para encontrar la inspiración. Le ocurre así a la ilustradora Ana Jarén, la autora de este mapa de 12 paradas por los lugares de referencia de esta artista, muy vinculada también al mundo de las letras.
Entre artículos vintage y cervezas en la Dos de Mayo
Para los amantes de la segunda mano, Malasaña es un verdadero reducto de joyas escondidas. Y entre las diversas tiendas que hay en el barrio, Jarén nos recomienda Magpie, que tiene una visión muy particular sobre la ropa vintage, con prendas de calidad, precios muy interesantes y multitud de opciones entre las que elegir.
Y es que este contraste entre lo tradicional y lo trendy es algo que se respira bien en todos los rincones del barrio. Un buen ejemplo es el local que merece nuestra segunda parada, La Fragua de Sebín, un restaurante que podría parecer tradicional, pero que realiza una fusión muy recomendable entre cocina mediterránea y asiática. Entre sus especialidades destacan sus famosos callos de bacalao, que te recomendamos acompañar con Alhambra Reserva 1925.
Aunque si te apetece un plan más informal, tu destino no es otro que la conocidísima Plaza del Dos de Mayo. Se trata de un espacio con mucho ambiente, donde siempre ocurren cosas. “Durante los fines de semana hay puestos con objetos de segunda mano, libros y más”, indica Ana Jarén. Además, está repleta de terrazas perfectas para exponerse al famoso cielo de Madrid y disfrutar entre amigos con unas cañas de Alhambra Especial.
Eso sí, antes de que cierren los comercios debemos incluir dos paradas más en este periplo de estilo vintage. Cargados con nuestra tote bag -como establece la etiqueta del barrio-, nos dirigiremos hasta La Mona Checa, una de las tiendas favoritas de la ilustradora por su selección de prendas y complementos. Y, también, hasta otro santuario de la segunda mano, Templo de Susu, sobre el que Jarén acumula muchos recuerdos. “La música metal siempre está puesta a todo volumen y te envuelve mientras rebuscas entre los percheros de ropa. Recuerdo encontrar allí unas botas cowboy que me ponía sin cesar durante una época de mi vida. Siempre que puedo, me paso a ver si encuentro alguna joyita inesperada”, narra la autora.
El lado más creativo de un barrio de artistas
Nada como seguir las recomendaciones de una creativa para descubrir un barrio de artistas. Por eso nuestro siguiente destino es un bar icónico, El Rincón de Malasaña, ubicado en la calle del Espíritu Santo y que alberga toda la personalidad de las calles malasañeras en su propuesta. Se trata de un negocio de aires creativos donde también se sirven desayunos y meriendas. Eso sí, es muy conocido por sus ricos pinchos de tortilla, que tan bien encajan con la MINI de Alhambra Reserva 1925.
Lo interesante de esta ruta es que Ana Jarén también nos invita a reparar en todo lo que pasa desapercibido. Y es que a tan solo unos pasos de la parada de metro de Tribunal, donde muchos madrileños acostumbran a encontrarse, daremos con el Museo de Historia de Madrid, que tiene uno de los exteriores más impresionantes de la capital. “Ya solo merece la pena visitarlo por su fachada, pero además suele tener exposiciones interesantes”, indica la ilustradora.
También pasan desapercibidos algunos negocios de toda la vida, como la papelería La Riva, uno de los favoritos de la autora para encontrar material para dibujar, envolver, encuadernar o decorar. Y aunque los lápices y el papel son las herramientas de Jarén, la artista también es toda una amante de la literatura. Se puede comprobar en algunos de sus trabajos, como los libros ilustrados Escritoras y Almudena. Una biografía. Por eso nos propone también descubrir la tienda Tipos Infames. “Me encanta esta librería. Siempre encuentro un libro para llevarme conmigo y, además, puedes tomarte un café o ver una expo mientras te pierdes entre ejemplares”, destaca la autora. Es más, justo enfrente de la tienda también podremos encontrar un local especializado en cuentos y otras obras infantiles, de donde es difícil salir sin hacer ninguna compra.
Para finalizar este paseo por los negocios más creativos de Malasaña nos dirigiremos a La Antigua, una de las tiendas más curiosas y variadas del barrio. “Tiene muchos artículos de diseño, como ropa, joyas, decoración o arte. Me gusta mucho entrar porque me transmite alegría”, confiesa Ana Jarén.
El alma Malasaña en dos cafés con mucho estilo
Qué sería de Malasaña sin los lugares que hoy definen el devenir del barrio. En definitiva, los que mantienen la identidad errante de su ambiente y sus calles, pero que han sabido adaptarse a los gustos de hoy.
Y como nos sentimos incapaces de escoger, cerramos esta ruta por dos rincones que lo tienen todo. Uno es el Café de la Luz, en la calle de la Puebla, que tiene un acogedor mobiliario vintage y ofrece una variedad muy interesante de sándwiches, raciones, ensaladas y propuestas dulces.
El otro es Loreto Coffee Bar, en la corredera Baja de San Pablo, que reformula a la perfección el concepto de gastrobar y que es ideal para cenar y culminar bien el día. Su trabajo con las verduras y pescados es todo un espectáculo, y su estilo oscila entre lo castizo y lo internacional. Razón de sobra para asomarse por allí y experimentar su propuesta en nuestra próxima visita a Madrid.
Imagen tortilla | El Rincón de Malasaña
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