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Codas épicas, finales perfectos Codas épicas, finales perfectos

Música

Codas épicas, finales perfectos

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Algunas canciones se apagan de pronto, casi de golpe. Otras parecen alejarse poco a poco del oyente cabalgando sobre un largo fade out. Y las hay que se cierran con una coda. Pero, ¿qué es una coda?

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Tal y como explican los expertos, se trata de una sección musical al final de un movimiento, una elegante forma de cerrar, a modo de epílogo, un tema con una cola sonora -de hecho, la palabra deriva del italiano y significa, literalmente, cola-. En cuanto a su duración, no existe ninguna regla al respecto. En algunos casos se trata de unos simples compases de cierre, pero en otros puede alcanzar tal complejidad que abarque un fragmento completo e independiente. Una especie de canción añadida al final de la canción. Hoy, repasaremos algunas de las codas más famosas de la historia de la música firmadas por auténticos mitos de la talla de Bowie, Clapton, Ronnie Van Zant o el tándem Lennon & McCartney. 

Quizás una de las codas más conocidas sea la de ‘Layla’, tema que muchos adjudican a Eric Clapton en solitario pero que, en realidad, fue lanzada al mercado en 1970 por Derek And The Dominos, el supergrupo británico-norteamericano de blues rock en el que militaba el célebre guitarrista. La canción, en la que Clapton lamenta el amor no correspondido que sentía hacia Pattie Boyd, la entonces esposa de su amigo George Harrison, contiene dos partes bien diferenciadas. En la primera domina la guitarra mientras que, en la segunda, la coda, el protagonista indiscutible es el piano. Compuesto e interpretado por el músico Jim Gordon, este segundo movimiento se cierra con la entrada de la guitarra acústica de Clapton y una slide tocada por Duane Allman en una octava más alta. La coda arranca en el minuto 3:10 del tema y se mantiene, majestuosa, hasta el 7:03.

Otro magnífico ejemplo de coda lo hallamos en ‘Moonage Daydream’, de David Bowie. El tema, perteneciente al álbum ‘The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars’, representa uno de los pilares del disco ya que nos relata la naturaleza de su héroe, Ziggy Stardust, y nos adelanta la aproximación de Bowie hacia la cultura norteamericana al incluir una gran cantidad de slang 100% EEUU. Su importancia es tal que, en 2002, el propio Bowie publicó un libro titulado ‘Moonage Daydream: The Life And Times Of Ziggy Stardust’. La canción se cierra con un épico solo de guitarra, de más de un minuto y medio de duración, ejecutado a la perfección por Mick Ronson, una de las añoradas Arañas de Marte. Una pieza perfecta para ser interpretada en directo ante miles de fans entregados.

También encontramos un largo, larguísimo solo de guitarra, en el tramo final de ‘Free Bird’, de Lynyrd Skynyrd, una de las eternas aspirantes a canción más épica del rock de todos los tiempos. El poliédrico tema arranca como una balada para, posteriormente, ir cobrando fuerza y densidad a golpe de southern rock. Se dice que, en sus orígenes, el tema únicamente contenía la parte más lenta y sencilla, pero que el vocalista y compositor de la banda, Ronnie Van Zant, tuvo la idea de agregar una gran coda para poder tomarse un respiro durante los directos de la banda, que por aquella época resultaban continuados y extenuantes. El resultado, una pieza inolvidable de 9:07 minutos de duración.    

En ‘(I’ve Been) Searchin’ So Long’, de Chicago, podríamos afirmar que, desde el principio, el tema parece estar creado expresamente para concluir en su maravillosa coda. La canción arranca suavemente, como una balada que va creciendo progresivamente hasta desembocar en un final apoteósico. Escrito por James Pankow para el álbum ‘Chicago VII’, el tema llegó al número 9 del Billboard y los redactores de la revista Cash Box destacaron entonces cómo aquel sonido les recordaba al de bandas tan legendarias como The Beach Boys o Yes, “aunque con el definido y patente sello de Chicago”.

Igualmente inolvidable resulta la deliciosa y onírica coda de ‘Karma Police’, de Radiohead, con la voz de Thom Yorke repitiendo, incansable, “phew, for a minute there I lost myself”. En cuanto a la inspiración que dio lugar a la composición, el guitarrista de la banda, Ed O’Brien, lo resumía a la perfección: “cuando alguien del grupo se comportaba como un asno, siempre otro le respondía: la policía del karma va a ir a por ti”. “El karma es importante. La idea de que exista el karma me hace feliz, me hace sonreír. ‘Karma Police’ está dedicada a todos los que trabajan para las grandes compañías, es una canción contra los jefes”, añadía Yorke.

Como en cualquier otra lista de ejemplos musicales, siempre resulta necesario reservar un capítulo para las aportaciones que nos legaron The Beatles. En el apartado concreto de las codas, los de Liverpool dejaron la huella de su maestría en temas tan emblemáticos como ‘All You Need Is Love’, ‘I’m The Walrus’, ‘The End’, ‘Hey Jude’… Para muchos beatlemaníacos, el brillante cierre de ‘Hey Jude’ es la coda por la cual se deberían juzgar el resto de las codas. Un broche hipnótico y optimista cuyo recuerdo basta para dibujarnos una sonrisa.

Hasta ahora hemos hablado de codas en canciones, pero existe una famosa coda muy diferente, la que sirvió para dar nombre al noveno álbum de estudio de Led Zeppelin. ‘Coda’, editado en 1982, salió al mercado dos años después de la desaparición de la banda y lo hizo por razones meramente contractuales. El vínculo que mantenía con Atlantic Records le obligaba a entregar un último disco y el grupo decidió entregar todo el material sobrante y descartado de los álbumes anteriores a modo de despedida, de ahí su título. En su momento, el guitarrista Jimmy Page explicó que el objetivo de elaborar el álbum de esta manera fue el de tratar de neutralizar la gran cantidad de material pirata que circulaba en torno a la banda. “Bueno, si hay tanto interés, entonces también nosotros podremos sacar el resto de nuestro material”, señaló. En cuanto a la calidad del recopilatorio, el bajista John Paul Jones, indicó que “eran buenos temas, básicamente no había casi canciones de Led Zeppelin que no salieran, lo usamos todo”.


IMÁGENES | PIXABAY

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