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Recetas

Solomillo Wellington en versión individual, la receta más sencilla de un clásico de las fiestas

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Se acercan los días más especiales del año, en los que buscamos conquistar el paladar de nuestros invitados sin incurrir en recetas demasiado complejas. Menos es más, también en la cocina

Por María José Amengual

  • Una versión individual del solomillo Wellington de Navidad

    El solomillo Wellington individual es una de esas preparaciones que transforman cualquier comida en una celebración especial. En esta versión presentamos una receta fácil y festiva, pensada para sorprender en Navidad o en cualquier ocasión en la que quieras dar un aire sofisticado a tu mesa sin complicarte demasiado. Con ingredientes sencillos y una presentación elegante, este plato clásico británico se reinventa en formato individual para que cada comensal disfrute de su propia porción perfecta.


    El solomillo Wellington individual es una propuesta diferente para quienes buscan un plato especial en fiestas sin complicaciones. Conserva la esencia del clásico de la cocina internacional, pero en un formato práctico y original que permite disfrutar de todo su sabor con una elaboración más ligera. Su presentación alegre lo convierte en una opción perfecta para sorprender en celebraciones familiares o con amigos.


    En esta versión, en lugar de utilizar la tradicional masa de hojaldre, apostamos por obleas de empanadilla, que simplifican el proceso sin renunciar al sabor ni a la presentación festiva.


    ¿Qué es el solomillo Wellington?


    El solomillo Wellington es una receta de origen británico que se hizo famosa en el siglo XIX. Se atribuye su nombre al duque de Wellington, aunque su verdadera creación sigue siendo un misterio. Consiste en envolver un solomillo de carne con una capa de relleno (duxelle de champiñones, foie, chalotas o incluso bacon) y cubrirlo con hojaldre antes de hornearlo.


    Con el tiempo, se convirtió en un clásico de las celebraciones navideñas de medio mundo y de los grandes banquetes, por su aspecto sofisticado y su combinación de sabores. En Francia, es conocido como boeuf en croûte (solomillo de buey en costra), y existen múltiples variantes: desde preparar el lomo entero para cortar en rodajas hasta versiones individuales como la que proponemos aquí.

  • Una versión individual del solomillo Wellington de Navidad
Tiempo: 1 hora
Dificultad: fácil
Para 2 personas personas
1 voto
  • Ingredientes

    • 1 solomillo de cerdo cortado en medallones
    • 200 g de champiñones muy picados
    • 1 chalota (o ½ cebolla) muy picada
    • 15 g de mantequilla
    • Foie desmigado (opcional)
    • 1 paquete de obleas de empanadilla
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal
    • 1 huevo batido para pincelar
  • Preparación

    • Paso 1

      Preparar el solomillo


      Salpimentamos los medallones de solomillo y los sellamos en una sartén caliente con un poco de aceite de oliva virgen extra. Solo queremos dorar el exterior, manteniendo el interior jugoso. Una vez sellados por ambos lados, los retiramos y los dejamos reposar sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de grasa.

      Paso 1
    • Paso 2

      Elaborar el relleno (duxelle de champiñones)


      Picamos finamente los champiñones junto con chalotas o cebolla. Los sofreímos a fuego medio con un poco de mantequilla y aceite de oliva virgen extra hasta que pierdan el agua y adquieran una textura cremosa. Esta mezcla, conocida como duxelle de champiñones, será la base aromática que aportará jugosidad y sabor al solomillo.

      Paso 2
    • Paso 3

      Montar con el hojaldre y el foie


      Colocamos las obleas de empanadilla sobre la encimera y, sobre cada una, ponemos un medallón de solomillo salado al gusto. Añadimos encima un par de cucharaditas de duxelle de champiñones y podemos añadir unos pedacitos de foie desmigado (opcional, para un toque más festivo).

      Paso 3
    • Paso 4

      Hornear y conseguir el punto perfecto


      Cubrimos con otra oblea de empanadilla. Cerramos humedeciendo ligeramente con agua los bordes para sellarlos mejor. Pincelamos con huevo batido y horneamos a 190 ºC durante unos 20 minutos, hasta conseguir un dorado brillante.

      Paso 4
    • Paso 5

      Servir y presentar


      El resultado son unos deliciosos solomillos Wellington individuales listos para servir en la mesa. Perfectos con una ensalada verde o unas patatas al horno.

      Paso 5

Trucos para un solomillo Wellington perfecto

  • Sellar la carne antes de envolverla ayuda a mantener la jugosidad.

  • Enfriar el relleno antes de hornear evita que la masa se humedezca.

  • Pincelar con huevo asegura un acabado dorado y apetecible.

  • Acompañar con guarniciones ligeras, como ensaladas o verduras asadas, resalta el sabor del solomillo.


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Cómo maridar el solomillo Wellington

Este plato es potente y equilibrado, ideal para acompañar con una Alhambra Reserva Roja, una cerveza inspirada en las Bock alemanas. Con sus notas de caramelo y grano, y su agradable calidez alcohólica, potencia los sabores de la carne y realza la experiencia gastronómica. Gracias a su fermentación larga y reposada, aporta suavidad y frescura, convirtiéndose en el maridaje perfecto para este clásico navideño.

Origen del solomillo Wellington

Aunque se asocia al duque de Wellington, vencedor en la batalla de Waterloo frente a Napoleón, lo cierto es que la relación del militar británico la cocina era escasa. De hecho, el plato probablemente surgió como adaptación francesa del boeuf en croûte, que pronto se popularizó en Inglaterra como símbolo de elegancia y sofisticación.


Con el tiempo, el solomillo Wellington se consolidó como una receta festiva por excelencia. Su aspecto vistoso y su sabor refinado lo han convertido en protagonista especialmente de las mesas navideñas, tanto en su versión clásica como en variantes modernas e individuales como la que hoy te proponemos.

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