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Cuatro recetas para aprovechar al máximo la temporada de frutas de hueso

04 jul 2024

Melocotones, cerezas, albaricoques y ciruelas son los protagonistas de estas cuatro elaboraciones veraniegas. Toda una invitación para llenar tu cesta de la compra de frutas de hueso y saborearlas en su mejor momento

Por Esther Morales

En la cesta de la compra no existen frutas que compitan con su aroma, textura y sabor. Quizás por eso muchos esperan con tantas ganas la llegada del verano, justo cuando los melocotones, las nectarinas, los paraguayos, las ciruelas y las últimas cerezas del año son el mejor capricho de los meses de calor.

Pero como cualquier plan estival, también su temporada hay que exprimirla al máximo. Igual que aprovechamos los días de playa hasta que anochece y apuramos las vacaciones hasta el último minuto de agosto, también es el momento de explorar todas las posibilidades de las frutas de hueso.

Nos ponemos manos a la obra para obtener toda la esencia de estas variedades veraniegas, que además se cultivan dentro de nuestras propias fronteras. Una auténtica celebración del kilómetro cero y el producto de temporada, a la que le daremos forma con estas cuatro recetas con frutas de hueso.

Crostini de ricota y melocotón asado

Cuando las sometemos a las brasas, muchas frutas intensifican su sabor. El melocotón es uno de ellos y es el protagonista de este crostini tan veraniego. Se compone de pan tostado, al que agregamos un poco de aceite y un manto de queso ricota. Luego, solo tenemos que agregar las rodajas de melocotón asado intercaladas con nuestro jamón favorito. Por último, podemos culminar con un chorrito de miel para potenciar su sabor dulce o con hojas de romero. De hecho, este toque herbal y el sabor de la fruta casan muy bien con un maridaje como Alhambra Especial, la favorita para contrarrestar el calor de estos meses.

Sorbete de cerezas

Pronto se irán las cerezas, pero nos quedan las famosas picotas del Jerte. En cualquier caso, ambas variedades son ideales para animarnos a realizar nuestros propios sorbetes naturales en casa. Además de la fruta, necesitaremos agua, azúcar, zumo de limón y unas hojas de menta. Empezaremos el proceso retirando los huesos y triturando las cerezas con el zumo de limón. Por otro lado, empleamos el agua y el azúcar para elaborar un almíbar, que luego mezclamos con la fruta. Dejamos reposar todo en el congelador durante dos horas, removiendo la mezcla cada 30 minutos aproximadamente.

No obstante, si tenemos heladera en casa podemos dejar que el aparato haga todo el trabajo y olvidarnos. Obtendremos un resultado perfecto y de textura cremosa, que podemos presentar en forma de bola y con unas hojas de menta.

Tarta Tatin de albaricoque

Cuenta la leyenda que la emblemática Tatin fue el resultado de un accidente, cuando se dejó caer la tarta al revés en el horno y se creó un postre a la inversa. Tradicionalmente, este pastel se ha preparado siempre con manzana, pero hay muchas otras frutas que funcionan con la misma receta. Una de ellas es el albaricoque, que aporta una textura muy cremosa y que genera un combo de texturas perfecto con el fino hojaldre de la base. Además, podemos presentarla con unas láminas de almendra tostada, que aportan un contrapunto crujiente delicioso.

Ensalada de ciruela y remolacha

Combinar las frutas de hueso con otros protagonistas de la temporada es la mejor forma de obtener todas sus posibilidades. En esta ensalada haremos lo propio con ciruelas, rodajas de remolacha, nueces y unas hojas de menta. Podemos utilizar el tipo de ciruela que más nos guste, pero siempre teniendo en cuenta que las verdes y amarillas son más ácidas, y las negras y rojas son más dulces. Para que esta ensalada cobre sentido, podemos preparar una clásica vinagreta de miel, limón, aceite de oliva, sal y pimienta, que se emulsiona fácilmente en un tarro de cristal.

Además, te proponemos maridar esta receta con Alhambra Reserva 1925, que combina muy bien con el sabor de los frutos secos. También nos ofrece una experiencia suave y delicada en el paladar, ideal para potenciar al máximo este plato repleto de contrastes.