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La nueva poesía de Reiniel Pérez Ventura La nueva poesía de Reiniel Pérez Ventura

Creadores - Cultura

La nueva poesía de Reiniel Pérez Ventura

Entrevistamos a Reiniel Pérez Ventura, el poeta más joven en recibir el Premio Loewe por su obra ‘Las sílabas y el cuerpo’.

El pasado mes de marzo, el poeta cubano Reiniel Pérez Ventura fue galardonado con el XXXV Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe por su obra ‘Las sílabas y el cuerpo’, y se convirtió así en el poeta más joven en recibir este reconocimiento en una actualidad que a veces parece dar la espalda a la literatura más profunda. 

 

Los miembros del jurado destacaron, sobre todo, que el libro del poeta novel tiene mucho ritmo, es innovador y sorprendente. Y voces expertas, como la de Jaime Siles, hablaron de ‘Las sílabas y el cuerpo’ con admiración: “Se trata de un gran libro de amor brillantemente escrito y expresado con un sistema próximo al versículo de Saint-John Perse, más que al de Vicente Aleixandre, y en el que se advierte una atrevida voluntad de innovación muy bien planteada y resuelta”.


Hemos hablado con Reiniel Pérez Ventura para que nos cuente cómo se siente al recibir semejantes halagos y cómo explica que alguien de su edad ocupe su tiempo en escribir poemas que consigan romper con las reglas de la poesía preconcebida. “Para mí la poesía es un hecho mágico, de ruptura con la realidad, es un intento por expresar lo inexpresable con medios humanos”, nos ha dicho el poeta cubano. 


reiniel Pérez Ventura


El reto de reinventar la poesía 


En el reinado de las pantallas y la vida acelerada, la poesía tiene que buscar nuevos cauces para sobrevivir y llegar a manos de los lectores. Actualizarse, materializarse en nuevos formatos y respirar actualidad. Hay esperanza, existe una nueva generación de poetas que comprenden las infinitas posibilidades que puede encerrar una poesía para quien se esfuerza en entenderla. Ofrecer algo que sorprenda, que sea sugerente e imaginativo y que invite a profundizar es la clave del éxito de la nueva poesía


El poeta Pérez Ventura nos reconoce que se siente muy satisfecho de que su trabajo íntimo pueda llegar, a través de este premio, a más lectores y del hecho de que la poesía se tenga en cuenta en un mundo que generalmente la arrincona. Pero, para Reiniel Pérez Ventura, el hecho de que este reconocimiento llegue a sus 23 años, siendo el poeta más joven en recibir Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe, no es sino la confirmación de que la poesía no tiene edad. La poesía es un hecho que sobrepasa y trasciende la circunstancia vital del que la crea. 


Desde la humildad que le caracteriza, resulta difícil para el poeta reconocer que hace magia hilando sus palabras y que su poesía es sencillamente brillante. Pero, haciendo un esfuerzo, nos explica que tiene la sospecha de que la poesía actual se ha vuelto “demasiado objetiva” y que los poetas ya no quieren escribir grandes poemas, “se conforman con quedarse en la pose y en el gesto”, provocando, en parte, que desaparezca la dignidad del lenguaje.


“En cambio, para mí, la poesía es un hecho mágico, de ruptura con la realidad, es un intento por expresar lo inexpresable con medios humanos, aunque, por supuesto, escribir poesía exige mucho trabajo y estudio. Sin embargo, tampoco creo que las preocupaciones de mi poesía sean, en lo esencial, diferentes a las de Baudelaire, Whitman o Rubén Darío. Podría dar la impresión de que un solo poeta ha estado escribiendo desde Homero hasta nuestros días”, asegura. 



La mirada atenta de Reiniel


La poesía es un arte que se cocina a fuego lento y también a fuego lento se debe saborear por los lectores, se debe parar y aprender a masticar cada verso para extraer todo lo que hay que leer entre líneas


Desde que se concibe un poema hasta que, por fin, ve la luz, hay todo un proceso largo y complicado. Para Reiniel, no hay otra forma de hacer poesía que partiendo del esfuerzo y la disciplina y es fundamental que haya un trabajo metódico previo dedicado a la lectura y el estudio. Sin embargo, afirma, también hay mucho de azar en la concepción de un poema, “El poeta es como Diomedes, si tiene cerca un Dios no duda en herirlo, aprovecha la oportunidad para enfrentarse a lo eterno. El acto de escritura en mí es metódico y trabajoso pero, si un Dios no me enfrenta con su arma en la mano, todo terminará siendo sólo literatura. Por esa razón, dejo las puertas del cielo permanentemente abiertas”.  


Confiesa que estaba predestinado a escribir poemas porque es miembro de una larga estirpe de poetas, pero, además, desde que tiene uso de razón, ha sido un poco artista. Recuerda su niñez contando historias y deleitándose observando durante horas las cosas más simples. 


“Luego uno se da cuenta de que en eso reside la escritura, una mirada atenta que quiere sorprender la esencia de lo que nos rodea. Empecé a escribir cuando me di cuenta que había que atrapar esa esencia de cualquier forma para agregarle belleza al mundo. Esto me llevó a la poesía, y, de momento, no tengo pensado dejar de interrogarla”, afirma contundente. Volver a lo esencial para reinventar la manera de entender el arte y la literatura, adaptarse a los tiempos para promover ese tesoro que es la cultura.  

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