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Pastel ruso de Ascaso: historia y 50 años de un postre icónico
Conoce la historia del pastel ruso de Ascaso, un postre emblemático con raíces aragonesas y 50 años de sabor. Tradición, historia y artesanía.
Viajamos hasta el corazón de Huesca, a los pies del Pirineo aragonés, para conocer de primera mano uno de sus secretos mejor guardados: el pastel ruso de Ascaso, uno de los postres que ha contribuido a alzar la ciudad como una de las capitales gastronómicas del país.
Pocos dulces resultan tan originales y delicados como el pastel ruso que se prepara a diario en el obrador de la pastelería Ascaso, cuya historia familiar se remonta a hace 130 años. Ingredientes de primerísima calidad, manos expertas en la masa, tradición, esfuerzo, dedicación, artesanía y cariño son las herramientas con las que se elabora un producto gastronómico de diez.
Podemos dibujar la historia que hay detrás de este primoroso dulce, podemos admirar su sencilla estructura, degustar su delicado sabor y disfrutarlo a lo grande, pero la receta original del pastel ruso de Ascaso sigue siendo un gran secreto guardado con mucho celo por la familia Ascaso y, probablemente, es lo que hace a este postre tan especial.
Pastelería Ascaso: tradición y artesanía desde Huesca
La historia de la pastelería Ascaso se remonta a 1890, cuando Manuel Acaso Laliena fundó una panadería en Huesca. Después de haber aprendido el oficio junto a su padre, Vicente Ascaso Martínez decidió aportar innovación al negocio familiar añadiendo al despacho de pan una selección de productos de bollería fina. Su interés por la repostería y por elevar sus recetas, le llevó a dedicarse por entero a la pastelería después de la Guerra Civil y su afán por sorprender a sus clientes le llevó a introducir en su escaparate recetas cada vez más sorprendentes y los primeros dulces con nata, algo completamente excepcional para aquella época.
Gracias al relevo de la tercera generación, el negocio siguió en manos de la familia. A partir de 1960, Vicente Ascaso Ciria y su mujer, Lourdes Sarvisé, tomaron las riendas de la pastelería, ampliando el equipo, modernizando las instalaciones e innovando en todas sus elaboraciones gracias a una exhaustiva investigación y a la pretensión de crecer para ofrecer lo mejor de lo mejor a sus clientes.
Hoy el timón de la empresa oscense lo maneja con orgullo y firmeza la cuarta generación de la familia, Sura Ascaso, responsable de Desarrollo de Negocio de Pastelería Ascaso. A pesar de haberse formado en otros campos, la querencia la llevó de forma inevitable a continuar con la saga. Lleva toda la vida amando la pastelería, conviviendo con el obrador y admirando el esfuerzo de sus padres para sacar adelante con éxito el negocio.
A día de hoy Ascaso es un referente gastronómico en España que ha recibido numerosos reconocimientos, no solo por su archiconocido pastel ruso, sino por su amplio abanico de variedades de alta pastelería y chocolatería. La pastelería Ascaso y su pastel ruso son ya símbolo de la tradición repostera en Aragón. Cuenta ya con tiendas en Huesca, Zaragoza y Madrid y con un futuro muy prometedor por delante en el universo del dulce. El espíritu honesto es el mismo de 1890 y las recetas tradicionales siguen siendo el gran referente, pero, por suerte, ya no existen límites ni fronteras para la gastronomía.


El pastel ruso, así ha evolucionado este postre tradicional
¿Cuál es el origen del pastel ruso?
El origen del pastel ruso ha generado muchas leyendas y teorías. Aunque su nombre pueda sugerir una procedencia eslava, lo cierto es que el origen del pastel ruso está más vinculado a Francia y España que a Rusia.
Se dice que todo comenzó cuando Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, quiso agasajar al zar Alejandro II durante su visita a la Exposición Universal de París de 1855. Para ello, encargó a su cocinero un postre innovador, que resultó ser tan exquisito que se ganó el nombre de “pastel ruso”.
Desde entonces, la receta viajó por el mundo y fue adaptada en diferentes regiones. El pastel ruso llegó a Aragón a través de los frecuentes viajes de Vicente Ascaso al sur de Francia, donde solía probar versiones locales del postre en pastelerías francesas cercanas a la frontera con Huesca. La versión actual, refinada y perfeccionada por la familia Ascaso, es la que ha hecho célebre este postre en España.
¿Qué hace único al pastel ruso de Ascaso?
El pastel ruso de Ascaso no es solo un dulce. Es una obra maestra de la pastelería artesana elaborada en Huesca. Su textura suave y crujiente a la vez, su sabor equilibrado y su elaboración meticulosa hacen que destaque entre cualquier otro postre.
Los ingredientes son sencillos pero excepcionales: azúcar, claras de huevo, almendras, avellanas, mantequilla, huevo pasteurizado y una delicada espuma de praliné. Todo ello se combina gracias a una técnica artesanal transmitida de generación en generación.
La receta del pastel ruso de Ascaso es un secreto familiar, celosamente guardado, y ese "toque secreto" es lo que lo convierte en un dulce inigualable. Además, la firme apuesta de la marca por la repostería honesta y el uso de materias primas de máxima calidad elevan este pastel a la categoría de gourmet.
Quienes buscan el auténtico “pastel ruso de Ascaso” lo hacen no solo por su sabor, sino por su historia, su autenticidad y su vinculación con la tradición repostera aragonesa.
50 años del pastel ruso de Ascaso
En 2024, el pastel ruso de Ascaso cumplió 50 años. Una efeméride que no solo celebró medio siglo de dulzura, sino también medio siglo de cultura, tradición gastronómica y excelencia artesanal aragonesa.
El pastel ruso de Ascaso celebra este año su 50 aniversario. Ahí es nada. Medio siglo de éxitos desde que Vicente Ascaso decidió elaborar su propia receta y brindar a sus clientes este bocado.
Madrid Fusión Alimentos de España quiso homenajear la tradición y el buen hacer de este postre tradicional en su pasada edición con la ponencia “50 años del pastel ruso de Ascaso, un ‘toque secreto’ sin desvelar”, en la que se subieron al escenario para ofrecer un showcooking el maestro pastelero José Antonio García Álvarez y la pastelera Montse Gironella junto con Sura Ascaso. “El pastel ruso es nuestro dulce más emblemático, el que nos ha colocado en el marco del dulce gourmet nacional. Pero también es un reflejo de nuestra filosofía, nos sentimos artesanos del sabor y somos parte de esa pastelería honesta que exige una selección de las materias primas y un cuidado exquisito de los procesos de elaboración para cuidar a nuestros clientes”, explicó.
Aunque de primera calidad, los ingredientes del pastel ruso son de lo más sencillos: azúcar, clara de huevo, almendra, avellana, mantequilla y huevo pasteurizado y la espuma de praliné, todo ello aderezado con el secreto mejor guardado por la familia Ascaso, el toque que hace este postre inconfundible.
El hecho de que en el pastel ruso de Ascaso estén tan presentes las almendras nos invita a los muy cerveceros a maridarlo con Alhambra Matalahúva, la nueva creación experimental de las Numeradas serie Andalucía. El maridaje entre esta cerveza con un marcado carácter maltoso y el dulce más conocido del Ascaso resulta sencillamente perfecto.
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