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Por María José Amengual
La fideuá tradicional es un plato marinero que conquista tanto por su sencillez como por su sabor intenso. Aunque pueda parecer complicado, en realidad existe una receta fácil de fideuá que cualquiera puede preparar en casa sin necesidad de ser un gran chef. En efecto, en esta guía te explicamos cómo hacer fideuá paso a paso, con todos los trucos para que el resultado sea perfecto y sorprendas a tus comensales con un plato lleno de aroma mediterráneo.
El secreto de una buena fideuá está en los ingredientes. Escoger una sepia fresca, unas gambas de calidad, un buen aceite de oliva virgen extra y, sobre todo, un fumet de pescado sabroso marcará la diferencia. Eso sí, la fidelidad a la receta de fideuá tradicional no impide introducir variaciones: algunos añaden rape o incluso cigalas, y cada familia aporta su toque. Lo importante es respetar la esencia de este plato valenciano, nacido en el mar y pensado para disfrutarse en compañía.
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El origen de la fideuá se sitúa en Gandía a principios del siglo XX, como hermana marinera de la paella tradicional. La historia más aceptada cuenta que en la barca pesquera Santa Isabel, un cocinero sustituyó el arroz por fideos cuando quiso preparar una paella de marisco y no tenía arroz disponible. El resultado conquistó a todos los marineros y así nació la fideuá, hoy tan emblemática como la paella en la gastronomía mediterránea.
Para maridar este plato os proponemos una Alhambra Especial Radler, que con su aroma a zumo natural de limón y ligeras notas de cardamomo es una propuesta especialmente refrescante para potenciar el sabor a mar de la fideuá. Una cerveza suave y delicada en textura, de cuerpo ligero y con un sugerente equilibrio de acidez y dulzor, con un amargor muy ligero y sutil, que refuerza un balance global muy refrescante.
El sabor intenso de la fideuá no necesita mucho más, de hecho puede ser perfectamente un plato único, pero si quieres potenciarlo acompáñala con una salsa alioli casera aparte para que cada comensal se sirva la cantidad deseada. Una ensalada de hojas verdes variadas es otra opción deliciosa para refrescar.
Y para un maridaje perfecto, prueba con Alhambra Especial Radler, que mezcla el aroma de zumo natural de limón con notas de cardamomo. Su textura ligera y cítrica crea un equilibrio ideal con el sabor marinero de esta receta de fideuá tradicional.
Utiliza un buen fumet. La fideuá es un plato marinero, por eso la clave es emplear un caldo sabroso de pescado. Lo podemos tener preparado con antelación y así simplificaremos bastante la elaboración. Incluso conviene hacer más cantidad y congelar una parte: el día que lo necesitemos, bastará con descongelarlo antes de usarlo.
El fideo mejor si es grueso. Existen muchas opciones, y aunque dependerá de los gustos personales, los fideos gruesos son ideales porque no se tuestan tanto al dorarlos y es más difícil que se quemen. Además, permiten conseguir un resultado más contundente y equilibrado.
El sofrito es indispensable. Debemos escoger tomates maduros y sofreírlos a fuego lento con el ajo y el aceite de oliva para obtener una base sabrosa y consistente. Un buen sofrito es la base de casi cualquier receta mediterránea. Lo ideal es remover con una cuchara de madera y dedicarle el tiempo necesario.
Tostar bien los fideos, junto al sofrito. Hay que dejar que se doren sin que cojan un color demasiado fuerte, ya que podrían amargar si se queman. El objetivo es lograr que se tuesten ligeramente y aporten sabor y un punto crujiente en la textura final de la fideuá.
Las proporciones son importantes. Por cada taza de fideos vamos a necesitar dos tazas de caldo de pescado. Respetar esta medida es fundamental para conseguir que los fideos absorban el sabor y queden en su punto.
El reposo es fundamental. Antes de servir, debemos dejar la fideuá tapada con un paño de cocina. De este modo se templará y se asentarán todos los sabores. Los fideos alcanzarán también la textura perfecta, ni demasiado secos ni pasados.
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