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Recetas
Por María José Amengual
A la hora de elaborar menús de Navidad, buscamos platos resultones y fáciles de preparar, como estos huevos de codorniz empanados. Propuestas culinarias que sorprenden pero que, a la vez, nos permiten optimizar las horas que pasamos en la cocina para disfrutar, sin prisa, del tiempo con la familia.
Esta búsqueda por agasajar a nuestros invitados nos lleva a empezar las comidas o cenas con unos entremeses, pero ¿qué convierte a esta receta de huevos de codorniz empanados en un perfecto aperitivo de Navidad, fácil y vistoso? Precisamente el hecho de que es algo sencillo de elaborar, se sale de lo común al utilizar huevos de codorniz y, además, parte de la receta la podemos dejar preparada con horas de antelación.
Si quieres saber cómo hacer unos huevos de codorniz empanados, coge papel y boli y toma buena nota de esta propuesta.
Además de ser el último mes del año, diciembre nos trae las celebraciones más especiales. Para los amantes de cocinar, cada año supone un reto encontrar y preparar las mejores recetas que permitirán lucirse y compartir con familiares y amigos.
Una comida especial es la mejor de las excusas para demostrar el cariño, gracias a la especial dedicación puesta en la elaboración de cada plato. Por ello es uno de los mejores regalos que podemos ofrecer a quienes estimamos. Y, ya que los aperitivos son el preludio de todo lo bueno que saborearemos después, El Mirador te proponemos una receta con la que que dejarás el listón muy alto.
En la cocina, y especialmente durante estas fechas, la organización es muy importante, por eso nos conviene buscar recetas que nos permitan preparar el menú tranquilamente. Estos huevos de codorniz con empanado de almendras son ideales, pues podemos dejarlos hervidos y empanados en la nevera y freírlos justo antes de llevarlos a la mesa, para que queden crujientes y podamos saborearlos en su punto exacto de temperatura.
Como es una receta que gustará tanto a grandes como a pequeños, conviene que preparemos un buen número de huevos de codorniz. El empanado, que se convierte en protagonista, lleva almendra molida, pero podemos sustituirla por otro fruto seco, como los pistachos, las avellanas o las nueces.
45 minutos
Fácil
La receta de los huevos de codorniz empanados destaca por ser un aperitivo de Navidad fácil de elaborar, aunque hay un factor que es necesario controlar para alcanzar una fritura perfecta, con un empanado fino y crujiente. De hecho, es uno de los grandes retos que afrontamos cada vez que decidimos realizar una fritura, aunque si se siguen unos sencillos consejos, el resultado parecerá sacado de la mejor freiduría:
1.- Secar adecuadamente el exterior de los huevos para garantizar que la harina, el huevo y el pan con almendra molida se adhieran correctamente.
2.- Lograr que cada una de las capas del empanado –harina, huevo y pan con almendra molida– sean lo más finas posible. Para ello, es recomendable pasar los huevos de una mano a otra, o ejercer ligeros movimientos circulares sobre la palma de una de ellas, para facilitar que pierda el exceso de producto. En el caso del huevo batido, bastará con escurrirlo con la ayuda de un tenedor.
3.- Realizar la fritura del huevo empanado en pequeñas cantidades con la ayuda de una sartén o de una freidora. En este proceso influyen dos factores: que se utilice suficiente aceite para que el huevo quede completamente sumergido, facilitando así que se cocine de manera uniforme y que solo sea necesario voltearlo una vez, y la temperatura del aceite. Por ello, uno de los trucos que se transmite entre cocineros de generación en generación es freír pocas unidades en cada ronda para evitar que el aceite pierda temperatura.
Por último es importante comentar que, para reducir las calorías, este plato también se puede preparar con la airfryer. En este caso, tan solo deberás seguir los tiempos y temperaturas habituales que utilizarías con otros platos empanados como las croquetas.
Tras repasar cómo preparar los huevos de codorniz empanados con almendra, es necesario detenerse brevemente en su maridaje. Esta receta combina deliciosamente con una Alhambra Especial, una cerveza cuidada e intensa que sigue un proceso de fermentación lenta, lo que le aporta esos matices ligeros y afrutados que la definen. Su suave amargor y la sensación de cuerpo y equilibrio que transmite confieren a esta variedad un sabor excepcional que nos permite disfrutarla en cualquier momento y, especialmente, en el aperitivo.
La costumbre de reunirse antes de una comida o una cena, se remonta al siglo V a.C., cuando Hipócrates creó una bebida amarga a base de vino con sabor a ajenjo y otras hierbas que utilizaba en casos de falta de apetito para estimular el estómago. En la actualidad, los aperitivos son mucho más que tomar algo de comer cuando disfrutamos de una cerveza: es una forma de relajarnos compartiendo buenos momentos antes de pasar a la comida.
En Italia, cuna del aperitivo (antipasti), y en Francia (l’apèro) el aperitivo se toma de las 18:00 hasta las 21:00, y suele acompañarse de un buffet con varios platos de comida a escoger, casi una cena. Mientras que aquí, en España, se realiza tanto antes de la comida como de la cena, normalmente en menos tiempo, y la cerveza se acompaña habitualmente de una tapa.
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