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Cinco guitarristas jóvenes que están conquistando el flamenco contemporáneo Cinco guitarristas jóvenes que están conquistando el flamenco contemporáneo

Música

Cinco guitarristas jóvenes que están conquistando el flamenco contemporáneo

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Por Lorena Papí Rodes

Taconea la bailaora, dejándose el alma sobre las tablas. Cuerpo y melodía se funden en uno, al compás que marca el guitarrista. Aunque la guitarra no estaba presente en los orígenes del flamenco, que se sustentaba sobre la voz y la percusión —de las palmas, del propio cuerpo del bailaor— ahora es impensable sin ella.

Y si las guitarras españolas artesanales con las que se arrancan por bulerías los mejores músicos actuales son obras de arte imperecederas, más eterno es aún el flamenco, el género que más sentido y más sentimiento le da a ese instrumento. El flamenco es más que música; es bagaje cultural: Andalucía, desde sus entrañas, desde lo más hondo.

Es un arte del pasado que sigue más vivo que nunca. Se manifiesta en el talento de una joven hornada de guitarristas dispuestos a rendirle su particular homenaje; a compartir su punto de vista sobre este arte, embajador internacional de nuestra cultura. Hay quien ha puesto los ojos en la fusión, virando hacia otros géneros y hay quien podría considerarse heredero de ese gran legado purista que dejaron grandes artistas como Paco de Lucía.

Todos ellos, cada uno en su estilo y tocando diferentes palos, están abriendo nuevos horizontes: conquistando el flamenco contemporáneo. Del mismo modo que la guitarra se incorporó a este arte para acompañar al cante, ellos han llegado con su talento para hacer aún más grande la historia de esta forma tan profunda de expresión musical y artística.

Una historia que no es sino el resultado de la convivencia de un crisol de culturas y que empezó a escribirse hace más de dos siglos.

Luis Medina, el talento más joven

Con sólo 28 años Luis Medina Blanco ya ha conquistado a los oídos más exigentes y triunfado en el Festival del Cante de Minas 2017, en el que quedó segundo. Pero es que la primera guitarra cayó en sus manos cuando apenas tenía siete años. Niño prodigio, se saltó tres cursos durante su preparación en el Conservatorio Profesional de Música de Córdoba.

Con la misma profesionalidad encara el acompañamiento en un espectáculo de todo un Premio Nacional de Danza, de un bailaor o un cantaor que domina todos los palos y todos los estilos. Y compone para otros artistas. Incluso cuenta con toda una opera prima: su propio espectáculo de guitarra flamenca.

Dicen de él que es puro virtuosismo: imposible dudarlo viendo cómo sus dedos arrancan a la guitarra ese sonido tan perfecto. Y que es pura genialidad. La mezcla perfecta de ejecución brillante y mente creativa.

Niño Josele o el encuentro del flamenco con el jazz

Guitarrista Niño Josele

Juan José Heredia carga con responsabilidad la etiqueta de «sucesor de Paco de Lucía», con el que compartió gira y escenarios durante años. Pero detrás de ese honor hay horas de trabajo perfeccionista, de «respeto a la guitarra», como le inclucó su padre, guitarrista aficionado.

Pero desde que descubrió el jazz de las manos del pianista Bill Evans, su visión del flamenco cambiaría para siempre. Su lectura y su interpretación del flamenco es un soplo de aire fresco, porque defiende "una visión musical abierta a la innovación del flamenco y a la MÚSICA sin etiquetas". Por eso sus álbumes navegan entre trabajos más sorprendentes y miradas más clásicas, de puro flamenco.

Antonio Rey, apostando por el flamenco clásico

Su estilo es el flamenco de pura raza, de vieja escuela, pero bajo su prisma; no en vano, nació en Madrid pero se crió en Jerez. Fue con su padre, el artista —y su maestro— Tony Rey con quien cruzó el charco, debutando en escenarios muy lejos de su tierra natal. A ella volvería para unir su destino al de figuras del baile como Antonio Canales, acompañándolo con su dominio del estilo más clásico. Así empezó a escribir su historia de éxito en España, llegando a ser Premio Nacional de Guitarra en 2010.

Como compositor, sorprende con melodías enamoran, porque son puro sentimiento; una invitación a evocar. Y con discos como Colores de fuego en el que plasma, junto a amigos, maestros y referentes como Vicente Amigo, su forma de ver el flamenco en bulerías, tangos, alegrías… Y hasta en una nana, para la que contó con la colaboración de la desgarradoramente bella voz de Estrella Morente.

Dani de Morón: la visión flamenca

Guitarrista Dani de Moron

Su primer amor fue el piano, pero la guitarra flamenca le conquistó, dando un vuelco a su vida y cambiando todos sus planes. Como él mismo reconoce, la guitarra flamenca le obligó a crear «porque no se concibe sin ser compositor». Se siente igual de cómodo acompañando a Miguel Poveda y a Estrella Morente que actuando solo. Pero aprovecha cada experiencia de compartir escenario con otros genios —tuvo la suerte de tocar con Paco de Lucía— para «enriquecerse» como artista y seguir aprendiendo.

Para él, la originalidad en el flamenco puede pasar por abrazar otras músicas. Pero hacerse un hueco en este mundo no puede pasar por abandonar esa perspectiva original: «desde la visión flamenca».

Es la misma que inspira su último trabajo en el que ha querido expresar cómo entiende el acompañamiento al cante.

Joselito Acedo: técnica virtuosa, alma y duende

Para tocar la guitarra, afirma, la técnica no basta: «hay que tener alma para llegar a la gente». El alma flamenca ha habitado desde siempre en su hogar: hijo de artista, por allí pasaban grandes figuras del mundo flamenco como Manuel Molina a las que ha admirado, en consecuencia, desde la niñez. De él heredó una guitarra artesanal y una influencia innegable en su música.

Su experiencia se ha forjado a base de tablaos y de acompañamiento al cante y al baile hasta su debut como compositor en Andando: con el flamenco en las venas, pero la mente abierta, dispuesto a poner a prueba su creatividad buscando nuevos caminos en la armonía.

Imágenes

Facebook/Dani de Morón