Por Lorena Papí Rodes
En un mundo en el que todo parece haber cobrado una inercia imparable, cobra aún más valor ese saber hacer que requiere de tiempo, de atención, de pasión por el detalle y por el proceso en sí mismo. La artesanía contemporánea ha rescatado, ha insuflado nueva vida en aquellas tradiciones que respetaban el origen, la materia, el conocimiento heredado y la ha dotado de un cariz actual, una mirada nueva, puesta en el presente pero sin olvidar el largo camino que ha recorrido hasta ahora. Es en ella donde hunden sus raíces creadores como Andreu Carulla, cuya última obra, "El Bosque", ha visto la luz de la mano de Cervezas Alhambra y su plataforma de creación contemporánea, Creación de Autor.
Porque Creación de Autor es la iniciativa de Cervezas Alhambra que promueve esa forma de crear —y de disfrutar la creación— dejando que sean los sentidos y no el tiempo, los que lleven la batuta. Por eso impulsa obras de creación artesanal reinterpretada en clave contemporánea, con un sello único y distintivo. Como este bosque en el que el diseño más actual y la tradición artesanal se dan de la mano para crear una obra llena de matices y de historia. Una obra con la mirada puesta en el presente pero también en el pasado: en el respeto por la autenticidad de un oficio milenario.
Como inspiraran hace casi un siglo a quienes fundaron Cervezas Alhambra, son precisamente Granada y su fascinante Alhambra, las musas que han susurrado a Andreu al oído para que creara “El Bosque”. Una impactante obra/instalación que nació como concepto en el Patio de los Leones del palacio nazarí , a partir de un elemento —las columnas— para acabar formando parte de otro emblemático espacio de la ciudad.
Así, Granada, su historia y su arte queda atrapada en una obra orgánica que se funde con el paisaje —como si las 31 torres de cerámica diseñadas por Andreu jugaran a ser árboles— en los exóticos jardines del Carmen de los Mártires donde se plantó el pasado 20 de noviembre y donde permanecerá hasta el próximo 26 de enero, en armonía con un bello entorno natural. Esperando, paciente a todo aquel que quiera vivir una experiencia puramente sensorial.
Cervezas Alhambra y Andreu Carulla: una misma visión de la creación contemporánea
La visión artística de Andreu y su obra “El Bosque” representan todos esos valores que pretende poner en valor la iniciativa Creación de Autor. Como la revitalización de la artesanía, dándole protagonismo y presencia a esa forma de trabajar minuciosa —mostrando dedicación en cada fase del proceso creativo— en un mundo contemporáneo que parece tener prisa por vivir.
Esa pasión que demuestra Andreu por los detalles, ocultos en el alma de cada una de las torres que componen este particular vergel, es la misma que puede apreciarse en los trabajos de los artistas que han contribuido con alguna obra a hacer crecer la plataforma de creadores contemporáneos Creación de Autor. Son esos detalles los que revelan el valor de un arte que implica a todos los sentidos; incluido ese sexto, silencioso, sutil pero de importancia esencial: el tiempo. Y es que “El Bosque” también responde a ese deseo que hay tras cada una de estas colaboraciones impulsadas por Cervezas Alhambra: ofrecer una experiencia única, hecha por y para los sentidos.
Para convertirse en una experiencia que trascienda la pura observación, que provoque emociones y sensaciones, el arte se ha de acercar a la gente. Porque es al interactuar con la obra, al detenerse a escudriñarla, al dejar de mirar para empezar a ver, cuando esta va revelando sus secretos; el trabajo de las manos que la crearon; su fuente de inspiración, su origen.
«La obra te invita a disfrutarla con tranquilidad. Es como cuando te paras a disfrutar de una buena cerveza», afirma su autor. Una máxima que sin duda comparte la casa cervecera; porque sus creaciones, como las de Andreu, están pensadas para sentirlas y no se pueden explicar. Son los sentidos los únicos capaces de entender la respuesta.
Así se siente, también, al saborear las distintas variedades de Cervezas Alhambra: sus matices hablan, cuentan una historia acerca de su procedencia, de esas manos de los maestros cerveceros que cuidan cada detalle y cada fase del proceso para que el resultado sea singular. Como las manos de un artesano. Manos que crean, manos que miman, manos que dan vida.
La gestación de una idea
Pese a gestarse en un estudio de diseño, para Carulla su bosque no es sino «una oda a la artesanía». Un homenaje que solo una materia prima tan generosa y voluble, capaz de transformarse en cualquier cosa, como el barro, ha hecho posible.
Pero el barro no sería más que tierra modelada sin esa particular visión de Andreu, capaz de dotar de profundidad y de alma a una obra en apariencia sencilla. Y sin embargo tan compleja, tanto técnica como conceptualmente. La idea nace en términos de diseño contemporáneo pero crece hasta alcanzar la altura de este bosque, gracias a la artesanía más tradicional.
Por eso ha estado acompañado en ese largo itinerario que es el proceso creativo por dos artesanos que han aportado su saber hacer en técnicas tradicionales. Combinadas sabiamente con esa lectura actual acuñada por su autor como ‘crafted design’, el resultado es un ejemplo perfecto de equilibrio entre presente y futuro; entre tradición e innovación. Una obra hecha a base de «artesanía nacional con un toque contemporáneo», según su mente creadora.
Todo empieza mucho antes, con un simple input. Con un proceso natural y espontáneo en el que Andreu observa y el paisaje le devuelve la reflexión, en forma de inspiración. Lo que entonces solo es una imagen que aún se está formando acaba por transformarse en idea. Ya en su estudio de diseño y junto a su equipo, la idea se moldea hasta convertirse en un complejo proyecto de la talla de este particular bosque.
Y el barro se transformó en un bosque
El punto de partida de “El Bosque” siempre fueron esos valores que, como creador, comparte con esos otros creadores, los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra: la búsqueda de la autenticidad, la admiración por la artesanía, la atención al detalle y el respeto por el buen producto.
Todos y cada uno de estos valores quedan plasmados en “El Bosque”. Su pasión por lo artesanal y el mimo con el que trata la materia prima le ha llevado apoyarse en un equipo de artesanos, incluidos tres jóvenes talentos emergentes que han disfrutado de esta oportunidad. Aunque la tecnología interviene, es en la artesanía, en el propio proceso y en las capacidades artísticas del barro, en las que reside el 100% del valor de la obra. Son las manos, y no las máquinas, las que hacen latir el corazón de este bosque.
La atención al detalle que profesa Andreu, uno de esos valores que forman parte del día a día del proceso de elaboración en Cervezas Alhambra, le ha llevado a esconder pequeños tesoros en forma de vidrios de colores cuyas tonalidades trasladan al visitante a la Alhambra. Tesoros que solo son descubiertos con los sentidos alerta. En el caminar tranquilo, recorriendo el bosque como si fuera una apacible mañana de domingo en la montaña.
«La atención al detalle es básica», explica Andreu. «Si el detalle no funciona se cae todo. Todas las torres se sustentan sobre unos tornillos muy pequeños de casi cinco centímetros. Este detalle tan sencillo lo utilizamos para que todo funcione y para que se aguanten: es un detalle constructivo. La aplicación de la celosía de Cervezas Alhambra, su esmaltado, sus matices… son detalles estéticos».
Su respeto por el entorno y su objetivo ecológico ha influido en la creación de la obra y su montaje, para el que se ha tratado de minimizar el impacto con un uso muy limitado de maquinaria y recursos mecánicos. Esta forma de pensar, más verde, más sostenible, es otro puente que se tiende entre Andreu Carulla y Cervezas Alhambra. Porque entre los objetivos de esta casa está también el compromiso con el entorno, con proyectos con profunda conciencia ecológica como las terrazas sostenibles. Una iniciativa con la que la firma ha dado un paso adelante, abrazando ese importante —y necesario— valor que es la sostenibilidad.
Esa intención también forma parte de la propia esencia de "El Bosque" de Andreu Carulla, cuya naturaleza se basa en materias primas orgánicas y capaces de fundirse —literalmente— con su entorno natural, como explica su creador: «La obra está elaborada con materias primas como la tierra y el vitrificado, que es un esmalte que no tiene ningún componente artificial. Podrías romperla y devolverla a la naturaleza».
Una aspiración que ya ha manifestado antes y que incluso ha dado frutos en forma de proyecto único. Junto a Jordi Roca, chef Estrella Michelín de El Celler de Can Roca, creó la iniciativa “Roca Recicla”. Gracias a esta colaboración, todas las bandejas de poliestireno expandido que se desechan en el restaurante se convierten en espectaculares y únicos taburetes, a partir de un diseño de Andreu. Una forma de ser sostenible, pero también, de añadir un elemento de singularidad más a la que ya de por sí es toda una experiencia.
“El Bosque”: Granada en cuerpo y alma (de barro)
“El Bosque” es una obra llena de significado. En apariencia, son 31 grandes torres de cerámica realizadas a mano, a partir de cientos de piezas de barro y siguiendo técnicas tradicionales de artesanía, como el modelado con torno, combinadas con tecnología del siglo XXI.
Pero tras las formas de “El Bosque” también hay contenido, una razón de ser. Es un homenaje a Granada, a través de sus símbolos. Como la celosía de Cervezas Alhambra, con la que la casa granadina homenajea a su vez a sus propios orígenes y que también está presente en la obra.
Inspirada en el Patio de los leones de La Alhambra y en sus 124 columnas de mármol, en el corazón de "El Bosque" late Granada. El palacio nazarí, que domina desde sus alturas la ciudad, imprimiéndole su carácter, es la gran musa, también para Andreu:
«El Patio de los Leones de La Alhambra sirvió de inspiración básicamente por sus columnas, y no por los leones. Porque son las que mantienen todo el peso de las galerías que hay alrededor, que te permiten estar fresco cuando el sol está más alto y tienen una función muy específica. Tomamos este elemento y lo reinterpretamos».
Pero instalada en un entorno natural, rodeado de vegetación, “El Bosque” trasciende de su naturaleza puramente estética y cobra otro sentido. No está hecha para ser mirada, sino para ser experimentada, desde la actitud relajada y pausada.
Su naturaleza es provocadora, porque pretende emocionar, hacer sentir más a quien se toma su tiempo para disfrutarla.
Como todas las obras realizadas por los creadores contemporáneos que forman parte de la plataforma Creación de Autor, “El Bosque” invita a tomarse un momento para gozar. A sentarse entre esas torres y escuchar su historia, dejándose llevar únicamente por lo sensorial, por aquello que nos remueve por dentro, que nos pone la emoción a flor de piel.
Una filosofía que Cervezas Alhambra ha hecho suya; la invitación a vivir desde los sentidos. A dejar que sean ellos los que hagan experimentar eso que no se puede explicar. A disfrutar de la pausa; porque es entonces cuando la magia ocurre.