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Carla Cascales, artista: “Encuentro un equilibro, una poética, y pulo la pieza hasta llegar a la esencia” Carla Cascales, artista: “Encuentro un equilibro, una poética, y pulo la pieza hasta llegar a la esencia”

Creadores - Arte

Carla Cascales, artista: “Encuentro un equilibro, una poética, y pulo la pieza hasta llegar a la esencia”

Las obras de la creadora barcelonesa representan un mundo hipnótico de formas orgánicas y materiales nobles.

No es fácil triunfar en el mundo del arte manteniendo la identidad. La propia creatividad y la dictadura de las tendencias a menudo empujan a los artistas a embarcarse en obras incongruentes con su esencia.


Carla Cascales (Barcelona, 1989), sin embargo, ha sabido seducir al público internacional siendo fiel a su propuesta creativa basada en tonos neutros, formas sencillas y sugerentes y técnicas de poso artesanal. ”Utilizar las manos en la creación me parece uno de los procesos más puros y que más me conectan con la vida. Para mí, es fundamental y la base de mi trabajo”. Minimalismo, formas orgánicas y materiales nobles conviven en la obra de la joven artista Carla Cascales con la que El Mirador ha tenido el placer de conversar.



El Mirador (E.M.): ¿Cómo definirías tu manera de hacer arte?

Carla Cascales (C.C.): Definiría mi arte como un proceso de exploración constante. Al no trabajar siempre con un material concreto, parto de una idea en mente y mientras intento acercarme a ella, los propios procesos me sorprenden con algo que no esperaba y me llevan por un camino más auténtico. Intento no partir de una idea rígida sino trabajar la aceptación y ver qué pasa, e intento aplicarlo un poco a la vida también. 


Mi trabajo consiste más bien en quitar elementos, encontrar un equilibrio, una poética, pulir la pieza hasta llegar a la esencia. Como dice Marta D. Riezu en su libro ‘Agua y jabón’, “el minimalismo no habla de rodearse de pocas cosas, sino de apartar todo lo que distrae y se interpone en el camino de lo necesario. Su aparente fácil ejecución es una trampa; el esencialismo requiere una lucidez innata, años de poda y un brío capaz de ir al meollo directo como una flecha”.

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“El arte es una buena herramienta para intentar explicar nuestra existencia, entender cuál es nuestro lugar en el mundo o al menos ayudarnos a fluir en este”.
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E.M.: ¿Dónde encuentras la inspiración?

C.C.: Mi mayor fuente de inspiración siempre ha sido la naturaleza y nuestra relación con ella, lo que me lleva a pensar en los procesos naturales de crecimiento y degradación, y en el paso del tiempo.


Siempre me ha fascinado la visión japonesa de la belleza, en la que los procesos de desgaste están muy presentes y son vistos como algo positivo, un símbolo de respeto. Un ejemplo es la utilización de maderas nobles para construir un mueble, aceptando que el material sufrirá un desgaste con el tiempo y su uso, y considerando que el envejecimiento forma parte de su proceso natural y, por lo tanto, le añade valor. Esta filosofía no solo se aplica a los objetos, sino también a la forma de ver la vida y a las personas, dando lugar a una manera de entender el mundo y sus procesos mucho más enriquecedora.


Mi trabajo consiste en explorar la contradicción que existe entre no saber muy bien qué hacemos aquí y a la vez sentir que formamos parte de un todo, de explorar la idea de que somos una minúscula mota de polvo a escala universal, pero que a la vez podemos llegar a sentirnos el centro del universo. 


El arte es una buena herramienta para intentar explicar nuestra existencia, entender cuál es nuestro lugar en el mundo o al menos ayudarnos a fluir en este.

E.M.: ¿Cómo es el proceso creativo de tus obras? ¿Te apoyas mucho en rutinas?

C.C.: Lo realmente importante es construir un día a día con el que disfrutes y que te ilusione. De poco sirve, en mi opinión, tener en el horizonte una gran exposición o acontecimiento si las acciones sencillas que realizamos diariamente hasta llegar allí no nos hacen sentir motivación y bienestar. Este enfoque me ha ayudado a gestionar mejor la ansiedad, ya que veía los grandes retos como losas que me generaban bloqueos y me resultaba abrumador alcanzarlos, pero al desgranarlos en pequeñas acciones, siento cómo se disuelven y soy capaz de disfrutarlos, vivir de una manera más intuitiva e improvisar.


Me gusta levantarme pronto y hacer deporte por la mañana. Para mi es fundamental conectar con el cuerpo y sentirlo fuerte, ya que es la mayor herramienta de creación que nos acompaña siempre. También camino un buen rato hacia el estudio mientras tomo café, ya que me ayuda a pensar y centrar el día. Trabajo con luz natural en el estudio y por eso me gusta alargar las mañanas. Por las tardes, cuando mi mente ya no es tan creativa, me dedico al trabajo de investigación, lectura y gestión… También a pasar tiempo con las personas que quiero y estar conectada a los eventos culturales de la ciudad, cine, exposiciones…


E.M.: ¿Qué proyecto artístico tienes ahora entre manos?

C.C.: Ahora mismo estoy trabajando en una serie de esculturas flotantes de metal que tratan sobre la incapacidad de profundizar en la sociedad actual, como una crítica a esta forma de vivir tan superficial, saltando de una experiencia a otra, de una imagen a otra, de una persona a otra… Estas piezas se podrán ver el año que viene en una exposición colectiva comisariada por Reyes Abad, en la Fundación Madariaga de Sevilla.


Imágenes | Carla Cascales

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