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Recetas
Por María José Amengual
Practicar turismo gastronómico es uno de los grandes placeres de cualquier viaje. Disfrutar de la cocina propia de un lugar puede ser un aliciente importante para decantarnos por descubrir un destino y no otro, pues no hay nada comparable con experimentar, disfrutar y saborear las múltiples culturas culinarias a lo largo de todo el mundo.
La llegada del buen tiempo nos invita a salir de nuestros hogares y a pasar momentos especiales con los nuestros. En veranos anteriores, por estas fechas, estaríamos preparando nuestras vacaciones o a punto de disfrutarlas, pero este año vamos a pasar en casa estos meses acompañados de los nuestros, algo que podemos aprovechar para descubrir la gastronomía de otros lugares e inundar nuestras cocinas de aromas e ingredientes distintos de los que habitualmente usamos.
Si la India se encuentra entre vuestro deseo de futuros destinos, os encantará descubrir estos deliciosos buñuelos llamados pakoras, que son el aperitivo desi por excelencia. Su ingrediente principal es la harina de garbanzos, que se usa como aglutinante del resto de ingredientes, generalmente vegetales aunque también hay pakoras de queso fresco o pollo.
Con el tiempo, esta preparación además de ser una comida casera se ha convertido en una comida callejera popular, asequible, rápida y deliciosa. Se trata de un suntuoso refrigerio para disfrutar en el momento, que, junto a una cerveza voluptuosa y potente como Alhambra Reserva Roja, nos invita a saborear y anticipar lentamente el día en que podremos degustar tan delicioso bocado en su lugar de origen. Un viaje que comienza aquí, despertando el paladar con su combinación de aromas y sabores.
Lavamos y troceamos el brócoli, después lo hervimos al dente. Lavamos el calabacín y lo troceamos. Picamos todas las verduras finamente. Las ponemos en un recipiente hondo, las mezclamos con el resto de ingredientes, excepto el aceite, y batimos bien hasta obtener una papilla homogénea.
Calentamos abundante aceite en una sartén, tomamos una cucharadita de la masa y la dejamos caer suavemente en el aceite. Freímos varias a la vez, pero sin llenar demasiado la sartén para que el aceite no pierda calor. Retiramos de la sartén con ayuda de una espumadera y transferimos a un plato con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Servimos inmediatamente con las salsas.
En un mortero, machacamos el ajo. Picamos las hojas de hierbabuena y el cebollino. Añadimos los tres ingredientes al cuenco donde tenemos el yogur. Añadimos también el zumo de limón y mezclamos.
Lo habitual es servir las pakoras acompañadas de alguna salsa que se echa por encima tras su elaboración. En muchos sitios se sirven como aperitivos (snacks) y en la India se comen como entremeses. En algunos países de Europa, las pakoras se venden en los restaurantes de comida rápida como una alternativa de las patatas fritas. Nuestra propuesta es preparar dos tipos de salsa, una picante y otra suave de yogur, y servir las pakoras como dips, de modo que cada comensal la sumerja en la salsa que más prefiera.
Estas pakoras indias de verduras son el telonero perfecto para un menú especial, por eso requieren de una maridaje perfecto, como una Alhambra Reserva Roja, cuyo color cobrizo excepcional y único, su aspecto brillante y una espuma densa de reflejos bronceados, son el complemento perfecto para el colorido de los sabores y aromas de las especias hindúes.
Además, una Alhambra Reserva Roja, con sus maltas con mayor grado de tueste, aporta una graduación alcohólica algo más elevada y se convierte en un verdadero festival para los sentidos. Esa graduación alcohólica ayuda a limpiar el paladar, por lo que combina muy bien con los fritos y deja un fondo caramelizado que contrasta a la perfección con los sabores vegetales.
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