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Recetas
Por María José Amengual
El estilo de vida en el que estamos inmersos nos suele impedir en el día a día, por falta de tiempo, sumergirnos en la cocina y dar rienda suelta a nuestra creatividad. Es por ello que vale la pena aprovechar el fin de semana para preparar aquellos platos que tanto disfrutábamos de niños y que requieren de nuestro tiempo, atención y cariño.
Conseguir que una receta refleje esa tradición y buen hacer empieza por buscar lo mejor a la hora de escoger los ingredientes, con mimo, que sean de la mejor calidad para poder disfrutar después en la mesa de cada bocado. Como los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, que ponen toda su atención en cada detalle para hacernos sentir algo único.
Porque la vida se disfruta plenamente cuando le dedicamos el tiempo necesario a lo que nos rodea, convirtiendo cada momento en una experiencia singular para los sentidos. Del mismo modo podemos saborear esta receta de cordero al tomillo con una Alhambra Reserva Roja con el punto de suavidad y frescura perfectos.
Para empezar, sacamos la carne de la nevera y la dejamos unos 30 minutos a temperatura ambiente. Mientras preparamos lo necesario para la receta y vamos precalentando el horno a 170º con una bandeja llena de agua en la parte de abajo para conseguir ese efecto. Limpiamos la carne de un exceso de grasa y la salpimentamos.
Partimos el diente por la mitad y frotamos con él la pierna.
Untamos la manteca en la pierna, distribuyéndola generosamente por toda la superficie de la carne.
Repartimos el tomillo seco sobre la carne.
Ponemos el cordero en una fuente de horno y añadimos el agua y el chorreón de vinagre.
Asamos el cordero durante dos horas, dándole la vuelta cada media hora. Cuando lleve en el horno 1 hora y media, metemos unas ramas de tomillo fresco en la salsa y ponemos otras sobre la pierna para que tome más aroma.
Al terminar de asar el cordero al tomillo, retiramos las ramas antes de servirlo.
Tiempo de asado
Dependerá del tamaño de la pieza que queramos preparar, pero por término medio serán unas dos o tres horas según que sea cordero lechal o no.
Qué pieza es la mejor para asar
Lo mejor es escoger entre pierna, paletilla o costillar. Dependerá de nuestros gustos. La paletilla es más tierna que la pierna y algo más pequeña, de manera que una paletilla de lechal suele servirse como ración para una persona. El costillar es la parte más jugosa porque es la más grasa. El cordero lechal es más suave y delicado y su tiempo de cocción es menor.
La temperatura del horno
El cordero se asa con el horno a 170ºC-180ºC y en el tramo final se puede subir la temperatura a 200ºC para tostar la piel. Es importante precalentar correctamente el horno.
Cómo colocar el cordero en el horno
Primero la carne hacia arriba y luego la piel hacia arriba. Es importante hacerlo así pues de este modo la carne quedará tierna y jugosa, y después será el momento de ponerlo con la piel hacia arriba para tostarla y conseguir que el cordero quede crujiente.
Las carnes asadas son uno de los platos más típicos de nuestra gastronomía, especialmente la pierna de cordero, que se cocina en el horno sin apenas esfuerzo, casi sin ingredientes y queda muy tierna y jugosa. Necesita una cocción prolongada y no muy fuerte para que la carne se ablande poco a poco. Es una carne muy sabrosa, por lo que con cualquier guarnición estará deliciosa, consiguiendo un segundo plato muy completo, ideal para una ocasión especial. Una ensalada de lechugas variadas será un acompañamiento delicioso, pues contrastará muy bien con la grasa de la carne, pero también unas patatas asadas o un parmentier de patatas.
Para maridar, una Alhambra Reserva Roja será la elección perfecta, una cerveza de fermentación larga y reposada y color rojizo pero con el punto de suavidad y frescura de una lager que combinará y realzará el sabor intenso y suave del cordero lechal. Los sabores de caramelo y afrutados de esta variedad son especialmente indicados para disfrutar con una carne asada al horno y confitada a fuego lento.
En el blog | Lentejas guisadas, una receta que reconforta el cuerpo ... y el alma
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