Por Eva Gracia
Estos días, muchos nos dedicamos a soñar. Soñar con volver a abrazar a nuestros seres queridos. Soñar con dar ese paseo junto a la orilla del mar, ahora que el buen tiempo parece ir conquistando al frío. Soñar con esa cena entre amigos, esas risas resonando en nuestros oídos, esa sensación de plenitud en el pecho. Lo bueno de estos sueños, a diferencia de otros un poco más utópicos que nos siguen, por qué no, acompañando también estos días, es que pronto se harán realidad. Saldremos juntos y viviremos incluso con más intensidad. Pero hasta entonces, busquemos esas pequeñas cosas que hacen que nuestro día a día sea un poco más especial.
Las mismas, quizá, que también nos acompañaban hace unas semanas, pero que hoy cobran aún mayor importancia. Los amantes de la buena gastronomía, seguramente, habrán aprovechado estos días para entregarse en cuerpo y alma a los fogones. Y aunque nos encontremos en esta situación de paréntesis, lo cierto es que hay pequeños productores que siguen esforzándose, día a día, para hacer llegar a nuestros hogares todo el sabor de sus productos, todo su saber hacer artesano. Lejos de echar el cierre, la suya es una batalla por hacer que estas semanas sean el pretexto perfecto para continuar descubriendo y explorando todo un universo culinario al alcance de unos pocos clicks.
SoloBuey
SoloBuey no es una carnicería más. Comparte con Cervezas Alhambra esa historia centenaria, de profunda tradición y conexión con sus orígenes, y pasión por un saber hacer acumulado tras décadas de dedicación a la materia prima, a los procesos de creación y a la búsqueda de una calidad impecable. Fundada en 1912 por Santiago de Blas y pilotada actualmente por la cuarta generación, SoloBuey nació como una pequeña carnicería de la calle Serrano de Madrid y, con los años, se especializó en distribución de diversos productos cárnicos.

Los más de 100 años de trayectoria y el profundo conocimiento del sector, así como la relación con proveedores desde hace décadas, avalan la calidad de la carne de SoloBuey, que distribuye hasta el hogar los más variados cortes de ternera, cerdo o lechal. Ofrece, además, opciones perfectas para darse un capricho mientras estamos en casa, como sus hamburguesas de wagyu, la codiciada carne de origen japonés.
NanaFood
Begoña y Pilar, veterinaria e ingeniera respectivamente, fundaron NanaFood porque creen firmemente «que tienes derecho a saber qué estás comiendo», tal y como explican. Han hecho de la sostenibilidad una de sus esencias, pero de una forma totalmente natural, integrada en cada uno de los procesos. Sin antibióticos, sin transgénicos, 100 % natural y orgánica, su carne es el resultado de un proceso de producción que respeta a los animales y al medioambiente.

Alimentados únicamente con cereales y pastos naturales, sus animales viven en libertad. Con su proyecto, las cofundadoras de NanaFood apuestan por el medio rural y por un sistema de cría artesanal que tiene menor impacto sobre el suelo, el agua o el aire.
«Nuestra carne es tierna y jugosa. Es real, es sabor y es la que comían nuestros abuelos cuando la industria aún no había cambiado los alimentos que consumimos», explican. Cordero, ternera, cerdo, pollo y pavo conforman su oferta.
Dehesa El Milagro
Nacida como proyecto personal de Blanca Entrecanales, la Dehesa El Milagro tiene como leitmotiv «trabajar la tierra y criar animales de una forma sostenible y respetuosa, siendo el fin último producir alimentos sanos y naturales».
Su granja, situada en la provincia de Toledo, apuesta por un sistema de producción de ciclo cerrado: el ganado se alimenta con pastos y piensos propios; a su vez, el ganado ayuda a fertilizar el suelo. Un círculo natural que demuestra, una vez más, que la sostenibilidad no es una cuestión de modernidad, sino de escuchar, en muchos casos, a la naturaleza, de darle lo que pide y recibir, a cambio, justo lo que necesitamos. Sin mayor complejidad ni alardes tecnológicos. Pura sensorialidad.
Frutas, verduras, hortalizas, carne, conservas… Su tienda online es una ventana a una granja donde se respetan y favorecen los ciclos de la naturaleza.

Los Confites
En la falda de la Sierra de Gredos, Los Confites instaló su propia granja en 2017. «Nos gustan las tradiciones y queremos recuperar el sabor de lo auténtico», explican en su página web. Regadío con agua de manantiales, productos de temporada y que no se tratan con químicos, abonos 100 % naturales… La filosofía de Los Confites es clara: una apuesta firme por lo natural.
Al hacer la compra en su granja, se puede elegir entre un amplio surtido de frutas y verduras de temporada, pero también por productos para alegrar la despensa como aceite de oliva virgen extra, mermelada de higos o crema de calabaza. De la huerta al hogar, en apenas 24 horas.
La Colonial Store
«Nos mueve lo artesano y lo auténtico. Por eso, aquí encontrarás productos especiales, hechos con la calma, dedicación y cariño que solo unas manos expertas pueden proporcionar». Con esa carta de presentación, La Colonial Store es una tienda de ultramarinos del siglo XXI. Una manera de entender la creación que enraíza en la misma filosofía de Cervezas Alhambra: la del saber hacer, la del conocimiento que da la experiencia, la de respetar la materia prima y aprender a dejarla brillar, conociendo sus tiempos, sus ritmos, sus pulsiones. Todo, con un único fin: crear una cerveza que convierta ese instante en un momento que deje huella.

Su sede física está en La Coruña, pero, a través de su tienda online, lleva hasta cualquier punto del país su selección de conservas, quesos, aceites, panes, embutidos… Caprichos con mucho sabor para alegrar los días de cuarentena.
Pescaderías Coruñesas
El 15 de octubre de 1911 nacía un proyecto que, pronto, lograría un propósito tremendamente ambicioso: llevar el mar a Madrid y, con él, lo mejor de su pesca. Así se creó Pescaderías Coruñesas. Este negocio centenario y dirigido actualmente por la cuarta generación de pescadores y arrieros pronto daría el salto de su Coruña natal a Madrid. «Pescaderías Coruñesas era el mejor puerto de mar en la capital de España», explican ellos mismos.
Actualmente, este negocio familiar vende sus productos en su tienda física en Madrid, una auténtica boutique del pescado más exquisito. También sirve sus elaboraciones en cuatro restaurantes de la capital, y cuenta con una tienda online desde la que adquirir sus ahumados, mariscos, pescados frescos o sushi variado, de aspecto japonés y espíritu gallego.

Convertir nuestro hogar en un restaurante por una noche, tener una cita especial en casa con productos de primera calidad, recibir en nuestra puerta una cesta de frutas y verduras de temporada recién llegadas del campo… Los pequeños placeres, ahora más que nunca, son la herramienta perfecta para conseguir que nuestros días sean especiales. Para hacer que los días cuenten.